El alto endeudamiento de las familias y empresas españolas, muy por encima de la media de la zona del euro, supondrá un "viento en contra" para la economía del país, especialmente en 2010, cuando probablemente las medidas de estímulo del Gobierno sean menores, según un informe de Citi.
En ese documento, el grupo financiero explica que el apalancamiento de los hogares -es decir, la deuda en relación a los ingresos- sólo ha comenzado a reducirse, a tenor de los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que el Estado se ha ido endeudado cada vez más.
Ayer se conoció que la tasa de ahorro de los hogares e instituciones sin ánimo de lucro se situó en el 24,3% de su renta disponible en el segundo trimestre de 2009, 10,8 puntos más que hace un año, y su nivel más alto de la serie histórica desde 2000.
La entidad afirma que "estos pasos están en la dirección "correcta", pero considera que los ajustes "necesarios" para que la deuda privada esté en niveles más sostenibles son "todavía muy grandes".
El informe destaca cómo los hogares han pasado de demandar recursos a prestar dinero al resto de la economía a lo largo de la crisis, ya que han reducido sus gastos y sus necesidades de financiación externa, al tiempo que han mantenido su renta disponible.
En el caso del sector empresarial, su equilibrio financiero se ha acercado a niveles de 2004, si bien recuerda que el flujo de ingresos ha sido "menos favorable" que para los hogares.
Y frente a esto, el Gobierno ha aumentado de forma "significativa" su necesidad de financiación, con lo que se produce un desajuste entre las partes que el grupo piensa que se convertirá en un lastre para la economía.
El propio Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), gobernador del Banco de España, se mostraba este martes en comparecencia parlamentaria, inquieto con el fuerte endeudamiento que está asumiendo el Estado. Por este motivo, dijo que "es importante" asegurar que los incrementos de la recaudación fiscal "se destinen efectivamente a reducir el déficit público y no a financiar posibles deslizamientos del gasto".