La negociación colectiva en versión española tiene mucha más vida de la que se preveía. A pesar de las advertencias de la UE; de las declaraciones de políticos y expertos pidiendo más flexibilidad en el modelo; o de las sugerencias alemanas sobre la necesidad de ligar salarios y productividad. El Gobierno y los sindicatos defienden el actual modelo salarial. Este miércoles han vuelto a reafirmarse en su postura.
Entre el jueves y el viernes, tendrá lugar en Bruselas la reunión en la que los Veintisiete acordarán el Pacto por el Euro. Una de las partes del mismo, en teoría, tratará el tema de la competitividad. Los estados miembro se comprometerán a flexibilizar la negociación salarial y acercar ésta al ámbito empresarial. España tiene una de las legislaciones más rígidas en este aspecto. Y ésa es una de las causas por las que los costes laborales se han disparado en los últimos años, con la consiguiente pérdida de competitividad.
Mensajes contradictorios
Desde que se anunció, el Gobierno ha lanzado mensajes contradictorios: por un lado, ha asegurado que es necesario acercar salarios y productividad (sobre todo por boca del presidente), pero, por otro, defiende el actual modelo salarial y la negociación colectiva.
Este miércoles ha tocado la palmadita en el hombro a los sindicatos con la reunión en La Moncloa entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y los secretarios generales de CC.OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez.
En primer lugar, Gómez ha defendido el actual modelo y, además, les ha asegurado a los sindicatos que tienen tiempo para lograr un acuerdo con la patronal. No ha fijado una fecha, aunque ha apuntado a mediados de abril como fecha tentativa. De esta manera, Zapatero no se podrá presentar en Bruselas con un texto cerrado, sino con una mera promesa de avanzar en el camino exigido por los socios. Pero de esta promesa a lo que se firme finalmente en abril, puede haber un buen trecho.
En los últimos meses, el Gobierno ha aguado todas sus grandes reformas económicas. Ni la nueva legislación en pensiones, ni la del mercado laboral, ni la de las cajas han incluido muchas de las propuestas más polémicas (aunque también más celebradas por los expertos). Así, los cambios se han quedado muchas veces en más estéticos que profundos. Con la negociación colectiva, parece que se siguen los mismos pasos: grandes anuncios, polémica, aplausos de los expertos y quejas de los sindicatos. Hasta ahora, lo aprobado siempre ha sido del gusto de las centrales, que han conseguido eliminar algunos de los aspectos más polémicos. ¿Pasará lo mismo con la negociación colectiva?
Las declaraciones
Gómez: El ministro de Trabajo ha asegurado que "España siempre ha tenido un modelo que ha vinculado los salarios y la productividad" y ha añadido que "lo que nadie tiene que enseñar a España es que si los salarios se comen la productivdad acaban con la empresa". En este sentido, Gómez explicó que "lo que dice el pacto es que hay que seguir manteniendo una regla que tenga en cuenta estas cuestiones" y quiso dejar claro que el Acuerdo Interconfederal sobre Negociación Colectiva 2009-2012 "está dotando de moderación salarial". "Necesitaremos durante mucho tiempo moderación salarial. Desde esta perspectiva el comportamiento de los agentes sociales seguro que va a ser responsable", apostilló.
Toxo: Por otro lado, Toxo quiso dejar claro que el acuerdo sobre negociación colectiva únicamente incluirá una mención a los salarios y la productividad para "reafirmar" el actual modelo salarial y aseguró que existe "bastante sintonía" entre Zapatero y los agentes sociales en esta materia. Dicho esto, insistió en que ni patronal ni sindicatos pretenden introducir "ninguna modificación" en material de formación de salarios y que así se lo han transmitido al Gobierno. En cuanto a la propuesta del PP de vincular salarios y niveles de paro, el líder de CC.OO replicó que "no es más que una variante más que en realidad es la misma".
Méndez: Por su parte, Méndez confirmó que sindicatos y jefe del Ejecutivo han hablado "de productividad y también de inflación". Además, insistió en que "el modelo de determinación de salarios que opera en España es el más conveniente para el interés general".