LD (Europa Press) Pese a las pérdidas operativas de 20.700 millones de euros, el grupo obtuvo un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 11.766 millones de libras 17.295 millones de euros, un 9,6 por ciento más. De hecho, las pérdidas netas finales se deben en buena parte a efectos no directamente relacionados con la actividad del negocio, ya que incluyen el desembolso de 34.300 millones de euros, relacionados con la estrategia de adquisiciones entre 1999 y 2000. El flujo de caja mejoró en la misma proporción, hasta 14.900 millones de euros.
Entre los argumentos a favor del grupo, figuran una política de fuerte incremento del dividendo, de hasta el 60 por ciento, y una mejora en sus áreas de actividad. Así, el número de terminales de Vodafone Live! aumentó un 55 por ciento, mientras que los dispositivos 3G se quintuplicaron. El grupo facturó 178.000 millones de minutos, un 24 por ciento más. "Vodafone ha cumplido las expectativas", afirmó el director ejecutivo de la compañía, Arun Sarin, quien destacó sin embargo el "cada vez más competitivo entorno de mercado". "Hemos reestructurado el grupo y puesto al día nuestra estrategia, y saldremos al paso de las oportunidades que ofrezcan las nuevas tecnologías", señaló. Por países, España registró el mayor incremento en los ingresos, del 22 por ciento, hasta 5.875 millones de euros. Alemania mejoró la facturación un 1,2 por ciento y ya es la región con más ingresos, 8.400 millones de euros, por delante de Reino Unido, cuyas ventas empeoraron 0,3 puntos.
Plan de recortes
Para hacer frente a las actuales dificultades, Vodafone anunció un cambio de estrategia en el que, además de búsqueda de oportunidades en mercados emergentes y apuesta por la innovación, aplicarán un recorte de costes en Europa, donde los ingresos deben ser estimulados. El grupo ha reorganizado sus operaciones en torno a tres áreas, la de Europa, la conocida como EMAPA (acrónimo en inglés de Europa del Este, Oriente Próximo, Africa y Asia Pacífico) y la de nuevos negocios.