L D (Agencias) A pesar del lugar escogido por la presidencia italiana para esta reunión informal, al borde del Lago Maggiore y al pie de los Alpes, el ambiente se presenta crispado. El gris panorama económico con un 0,5 por ciento de crecimiento para 2003 en la zona euro, tres países en recesión técnica (Alemania, Italia y Holanda) y el fuerte debate político sobre la flexibilidad del Pacto, dominarán las sesiones de trabajo que se celebrarán durante este viernes y el sábado con la presencia por primera vez en un encuentro de este tipo de los ministros de los futuros países candidatos.
Los titulares de Economía se dividen entre los partidarios de considerar este periodo de bajo crecimiento –influido por los efectos del 11 de septiembre y la guerra de Irak– como "circunstancias excepcionales" para suspender el Pacto, y los ortodoxos frente a este acuerdo que une a todos los países de la moneda única como continuación de los criterios de Maastricht. Muchos son los que opinan, como España, que Francia está poniendo en riesgo la propia credibilidad del euro al saltarse, con una dosis de arrogancia, las reglas presupuestarias y de deuda, por lo que debe ser castigada.
Pedro Solbes es optimista pero se muestra firme
Antes de entrar a la primera de las reuniones, el comisario europeo de Economía, Pedro Solbes, afirmó que Portugal "lo ha hecho muy bien", porque ha conseguido llevar el déficit este año por debajo del 3 por ciento, algo que "todos en Europa debemos agradecer". Alemania, por su parte, "está haciendo esfuerzos". "Veremos si en el próximo presupuesto, en función del crecimiento, esa situación del 3 por ciento también se puede alcanzar". El gran debate "es Francia", donde "no se han cumplido las recomendaciones que en su día hizo el Consejo (de la UE)".
Para Solbes, "hay que seguir aplicando" los procedimientos del Pacto de estabilidad y crecimiento, el cual prevé en último término fuertes sanciones económicas contra los socios incumplidores. Puntualizó, no obstante, que el Pacto contiene "muchos elementos y muchos márgenes que nos permiten tomar en consideración las peculiaridades", pero dentro del respeto de las normas. La discusión de este viernes, aunque no será definitiva para decidir qué hacer con Francia, sí va a ser "significativa", según el comisario, pues permitirá a la Comisión obtener "una información muy clara de la posición de los diferentes ministros, lo cual será fundamental para preparar nuestras propuestas de recomendación, en su caso, el mes de octubre".
El problema, Francia
Por ahora, los Quince sólo han dirigido a Francia una "recomendación", en la que le daban cuatro meses para tomar las medidas necesarias destinadas a que su déficit caiga por debajo del 3 por ciento del PIB en 2004. El plazo se cumple el 3 de octubre, pero el primer ministro galo, Jean Pierre Raffarin, mantiene sus intenciones de reducir los impuestos un 3 por ciento y aumentar la prima de fomento del empleo un 25 por ciento, con lo que relega a 2005 el cumplimiento de las reglas.
Si París no presenta una respuesta convincente a sus socios éstos tienen todavía un mes para presentarle un pliego de cargos. Según el Reglamento, Francia podría incluso ser sancionada económicamente con poner en depósito un 0,5 por ciento de su PIB, pero también con la obligación de publicar informaciones suplementarias precisadas por los Quince antes de emitir obligaciones y títulos. El Banco Europeo de Inversiones podría ser instado además a revisar su política de préstamos hacia Francia. En cualquiera de los casos, las sanciones quedarán para el próximo año, puesto que deben producirse tras dos años consecutivos de incumplimiento del umbral de déficit desde el momento en que se notificó.
Otros asuntos del Ecofin
La presidencia italiana tendrá ocasión además de presentar su iniciativa de crecimiento, el macro plan que debe ser aprobado en el Consejo Europeo de octubre para relanzar la economía europea a corto plazo a través de inversiones públicas y privadas en infraestructuras, transportes, capital humano, investigación y tecnología. Por otra parte, los ministros abordarán por primera vez la polémica propuesta de la Comisión Europea sobre la revisión de los tipos reducidos de IVA, en la que excluye Cds y DVDs (en contra de las pretensiones de Francia), pero incluye restauración, medicamentos, vivienda y suministro de gas y electricidad.
Además, la discusión está servida puesto que el documento del Ejecutivo suprime la posibilidad de que Reino Unido e Irlanda de apliquen, como hasta ahora, un tipo cero a la ropa y calzado infantil. Según Bruselas, esta reforma que necesita de la unanimidad de los gobiernos para salir adelante, pretende simplificar las reglas sobre los tipos reducidos de IVA con el fin de lograr una aplicación más uniforme.
Los titulares de Economía se dividen entre los partidarios de considerar este periodo de bajo crecimiento –influido por los efectos del 11 de septiembre y la guerra de Irak– como "circunstancias excepcionales" para suspender el Pacto, y los ortodoxos frente a este acuerdo que une a todos los países de la moneda única como continuación de los criterios de Maastricht. Muchos son los que opinan, como España, que Francia está poniendo en riesgo la propia credibilidad del euro al saltarse, con una dosis de arrogancia, las reglas presupuestarias y de deuda, por lo que debe ser castigada.
Pedro Solbes es optimista pero se muestra firme
Antes de entrar a la primera de las reuniones, el comisario europeo de Economía, Pedro Solbes, afirmó que Portugal "lo ha hecho muy bien", porque ha conseguido llevar el déficit este año por debajo del 3 por ciento, algo que "todos en Europa debemos agradecer". Alemania, por su parte, "está haciendo esfuerzos". "Veremos si en el próximo presupuesto, en función del crecimiento, esa situación del 3 por ciento también se puede alcanzar". El gran debate "es Francia", donde "no se han cumplido las recomendaciones que en su día hizo el Consejo (de la UE)".
Para Solbes, "hay que seguir aplicando" los procedimientos del Pacto de estabilidad y crecimiento, el cual prevé en último término fuertes sanciones económicas contra los socios incumplidores. Puntualizó, no obstante, que el Pacto contiene "muchos elementos y muchos márgenes que nos permiten tomar en consideración las peculiaridades", pero dentro del respeto de las normas. La discusión de este viernes, aunque no será definitiva para decidir qué hacer con Francia, sí va a ser "significativa", según el comisario, pues permitirá a la Comisión obtener "una información muy clara de la posición de los diferentes ministros, lo cual será fundamental para preparar nuestras propuestas de recomendación, en su caso, el mes de octubre".
El problema, Francia
Por ahora, los Quince sólo han dirigido a Francia una "recomendación", en la que le daban cuatro meses para tomar las medidas necesarias destinadas a que su déficit caiga por debajo del 3 por ciento del PIB en 2004. El plazo se cumple el 3 de octubre, pero el primer ministro galo, Jean Pierre Raffarin, mantiene sus intenciones de reducir los impuestos un 3 por ciento y aumentar la prima de fomento del empleo un 25 por ciento, con lo que relega a 2005 el cumplimiento de las reglas.
Si París no presenta una respuesta convincente a sus socios éstos tienen todavía un mes para presentarle un pliego de cargos. Según el Reglamento, Francia podría incluso ser sancionada económicamente con poner en depósito un 0,5 por ciento de su PIB, pero también con la obligación de publicar informaciones suplementarias precisadas por los Quince antes de emitir obligaciones y títulos. El Banco Europeo de Inversiones podría ser instado además a revisar su política de préstamos hacia Francia. En cualquiera de los casos, las sanciones quedarán para el próximo año, puesto que deben producirse tras dos años consecutivos de incumplimiento del umbral de déficit desde el momento en que se notificó.
Otros asuntos del Ecofin
La presidencia italiana tendrá ocasión además de presentar su iniciativa de crecimiento, el macro plan que debe ser aprobado en el Consejo Europeo de octubre para relanzar la economía europea a corto plazo a través de inversiones públicas y privadas en infraestructuras, transportes, capital humano, investigación y tecnología. Por otra parte, los ministros abordarán por primera vez la polémica propuesta de la Comisión Europea sobre la revisión de los tipos reducidos de IVA, en la que excluye Cds y DVDs (en contra de las pretensiones de Francia), pero incluye restauración, medicamentos, vivienda y suministro de gas y electricidad.
Además, la discusión está servida puesto que el documento del Ejecutivo suprime la posibilidad de que Reino Unido e Irlanda de apliquen, como hasta ahora, un tipo cero a la ropa y calzado infantil. Según Bruselas, esta reforma que necesita de la unanimidad de los gobiernos para salir adelante, pretende simplificar las reglas sobre los tipos reducidos de IVA con el fin de lograr una aplicación más uniforme.