Así lo pone de manifiesto José Manuel Campa en una entrevista al suplemento Empresa del diario ABC, donde también explica que las fusiones, si son buenas, permiten la eficiencia y el buen funcionamiento de la entidad resultante, para lo que hay que aprovechar las sinergias de forma que las dos partes funciones mejor juntas que separadas.
Sobre la situación económica, Campa afirma que en el tercer trimestre del año la caída de la actividad se siguió moderando y espera tasas positivas de crecimiento a partir del segundo trimestre de 2010, aunque admite que siempre hay riesgos y que las cifras serán "muy débiles", es decir, no habrá creación de empleo.
Asimismo, cree que España saldrá de la crisis en una situación muy diferente de como entró y contando con un patrón de crecimiento diferente al de los últimos años, con un menor peso de la demanda interna y una mayor contribución de la demanda externa, sobre todo de las exportaciones.
Sobre la necesidad de diseñar una estrategia de salida a la crisis mundial, Campa considera que lo "lógico" es, tanto desde el punto de vista conceptual como práctico, que primero se reduzcan o retiren los estímulos fiscales y que luego se aplique una política monetaria más restrictiva. Es necesaria la recuperación mundial para la recuperación de España pero niega que España esté "descolgada". El término, dice, no le gusta.
La solución que él ve para España es que una parte importante del sector productivo pase "desde la construcción inmobiliaria a otros sectores más orientados a la demanda externa". En su opinión, una parte importante de la economía "no va a volver a hacer lo mismo que hacía antes y eso tiene muchas implicaciones". "El proceso será más costoso", advierte sin atisbo del habitual optimismo del Gobierno. No aporta recetas más allá de una encendida defensa a lo largo de la entrevista de los PGE, de la Ley de Economía Sostenible o de los sucesivos planes de gasto del Gobierno.
En cuanto al diálogo social, Campa asegura que "no está parado" y recuerda que empresarios y sindicatos son entes "razonables y racionales", mientras que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sólo ha marcado las pautas básicas de lo que considera esencial en esta materia, que es resolver la negociación colectiva e introducir flexibilidad interna dentro de la empresa, con mecanismos de ajuste temporal que vayan más allá del contrato o del despido.