LD (Agencias) La confianza de los consumidores españoles descendió de nuevo en enero, por noveno mes consecutivo, debido, sobre todo, a la negativa percepción que tienen sobre la situación económica actual y las expectativas de empleo.
Según explicó el presidente del ICO, Aurelio Martínez, en enero, el indicador de confianza del consumidor (ICC-ICO) retrocedió 1,4 puntos respecto a diciembre y se situó en 70,9 puntos, la más baja desde el cuarto trimestre de 2004, primer periodo del que se tienen datos.
De los dos aspectos que componen el indicador destaca la mejora sobre las expectativas futuras, que mejoró un punto hasta los 84, optimismo que no pudo compensar el descenso de confianza sobre la situación actual, que descendió cuatro puntos hasta los 57,7.
Respecto a un año antes, el indicador de confianza ha disminuido 19,7 puntos por la caída de las perspectivas sobre la situación actual, que se han reducido 27,6 puntos y, en menor medida, del indicador de expectativas, que ha bajado 11,9 puntos.
El ICO destaca el repunte, en enero, del indicador parcial de expectativas para los próximos seis meses debido, principalmente, a la mejora de las perspectivas de los consumidores sobre la evolución de la economía española aunque, por el contrario, las referentes al empleo, disminuyen 1,8 puntos y se sitúa en 77,6 puntos.
En enero los consumidores continuaron reduciendo sus expectativas de inflación, con lo que el indicador sobre la evolución de precios se situó, por segundo mes consecutivo en si nivel mínimo desde el inicio de la serie. Además, en enero se también se moderaron las expectativas de consumo de bienes duraderos y de ahorro.
El ICO recuerda que el descenso en enero de la confianza de los consumidores coincide con un aumento de la incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros internacionales asociadas, entre otros factores, a la mayor probabilidad de una sensible desaceleración del crecimiento en EEUU en próximos trimestres y su repercusión en el resto de la economía mundial.
Según explicó el presidente del ICO, Aurelio Martínez, en enero, el indicador de confianza del consumidor (ICC-ICO) retrocedió 1,4 puntos respecto a diciembre y se situó en 70,9 puntos, la más baja desde el cuarto trimestre de 2004, primer periodo del que se tienen datos.
De los dos aspectos que componen el indicador destaca la mejora sobre las expectativas futuras, que mejoró un punto hasta los 84, optimismo que no pudo compensar el descenso de confianza sobre la situación actual, que descendió cuatro puntos hasta los 57,7.
Respecto a un año antes, el indicador de confianza ha disminuido 19,7 puntos por la caída de las perspectivas sobre la situación actual, que se han reducido 27,6 puntos y, en menor medida, del indicador de expectativas, que ha bajado 11,9 puntos.
El ICO destaca el repunte, en enero, del indicador parcial de expectativas para los próximos seis meses debido, principalmente, a la mejora de las perspectivas de los consumidores sobre la evolución de la economía española aunque, por el contrario, las referentes al empleo, disminuyen 1,8 puntos y se sitúa en 77,6 puntos.
En enero los consumidores continuaron reduciendo sus expectativas de inflación, con lo que el indicador sobre la evolución de precios se situó, por segundo mes consecutivo en si nivel mínimo desde el inicio de la serie. Además, en enero se también se moderaron las expectativas de consumo de bienes duraderos y de ahorro.
El ICO recuerda que el descenso en enero de la confianza de los consumidores coincide con un aumento de la incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros internacionales asociadas, entre otros factores, a la mayor probabilidad de una sensible desaceleración del crecimiento en EEUU en próximos trimestres y su repercusión en el resto de la economía mundial.
El mantenimiento de la senda descendente del indicador de confianza en enero, indica una moderación del crecimiento del consumo privado y del PIB durante 2008.
El Gobierno "no está preocupado"
El secretario de Estado de Economía, David Vegara, ha dicho que los datos de producción industrial y el indicador de confianza del consumidor muestran la prevista desaceleración de la economía española. Sin embargo, insistió en que el Gobierno "no está preocupado" porque lleva cuatro años, toda la legislatura, preparándose para esta situación.
"El Gobierno no está preocupado porque en junio, cuando la economía crecía al 4,1 por ciento, ya era consciente de lo que podía pasar", dijo Vegara. Por ello, agregó, durante los cuatro años de legislatura el Ejecutivo ha ido "progresivamente" preparando la economía española para una situación "más complicada" creando tres millones de empleo, acumulando superávit en las cuentas públicas todos los ejercicios, reduciendo la deuda pública e incrementando la inversión en I+D.
Aseguró que la economía española está preparada para afrontar estos retos "como ya lo ha demostrado en otras ocasiones", al tiempo recordó que el entorno internacional es más complejo de lo que era hace seis meses, motivo por el que el Gobierno revisó a la baja su previsión de crecimiento para este año hasta el 3,1 por ciento.
"El Gobierno no está preocupado porque en junio, cuando la economía crecía al 4,1 por ciento, ya era consciente de lo que podía pasar", dijo Vegara. Por ello, agregó, durante los cuatro años de legislatura el Ejecutivo ha ido "progresivamente" preparando la economía española para una situación "más complicada" creando tres millones de empleo, acumulando superávit en las cuentas públicas todos los ejercicios, reduciendo la deuda pública e incrementando la inversión en I+D.
Aseguró que la economía española está preparada para afrontar estos retos "como ya lo ha demostrado en otras ocasiones", al tiempo recordó que el entorno internacional es más complejo de lo que era hace seis meses, motivo por el que el Gobierno revisó a la baja su previsión de crecimiento para este año hasta el 3,1 por ciento.