"Los líderes políticos no han prestado suficiente atención a las implicaciones humanas y sociales de ese desfase", señaló ante los 4.000 representantes de gobiernos, trabajadores y empleadores reunidos en Ginebra hasta el día 19.
Somavia ha hecho una profunda crítica de las causas que han llevado a la actual situación, cuando ha dicho que en las últimas décadas "la política económica dominante no tuvo en cuenta, básicamente, los valores fundacionales de la OIT. Se sobrevaloró la capacidad del mercado para autorregular la economía, se infravaloró el papel del Estado y se devaluó el respeto a la dignidad en el trabajo y de los servicios sociales".
Apunta que sólo con las nuevas incorporaciones al mercado laboral, 45 millones de personas entrarán este año al mismo, será necesario que hasta 2015 se creen 300 millones de nuevos empleos para poder absorber el aumento de la fuerza laboral.
Pero "las cosas van en la dirección opuesta", señala, para subrayar que con una contracción prevista de la economía mundial del 1,3% en 2009, "se prevé que el desempleo siga creciendo hasta finales de 2010 o hasta 2011".
Somavia afirma que la indignación de trabajadores e incluso de algunos empresarios es "legítima" puesto que "la economía global se ha descarrilado porque alguien se durmió al volante, pero todos nos estrellamos".
El responsable de la OIT asevera que "nuestra responsabilidad tripartita (gobiernos, empleadores y trabajadores) es proponer políticas que reduzcan significativamente el periodo potencial de 6 a 8 años de mercado laboral deprimido".
Por todo ello, ha planteado la necesidad de que se llegue a un Pacto Global por el Empleo, a los niveles nacional, regional y global, basado en las consultas tripartitas, en salvaguardar los trabajos viables, en ayudar a las pequeñas y medianas empresas sostenibles y con la protección social como punto central, entre otros elementos.
La Conferencia está centrada en la crisis del empleo y en la búsqueda de soluciones, y celebrará los días 15 al 17 una Cumbre Mundial del Empleo con la asistencia de jefes de Estado.