Los insultos no sirven para nada. Son como los ladridos de los perros que de lejos quieren amenazar y cuando levantas la mano para responderles, salen corriendo con el rabo entre las piernas.

Los controladores se mueven como todos los tramposos,mentirosos y sindicalistas en la indefinición.
Saben que no tienen razón alguna, que todo lo conseguido por ellos es debido al chantaje y el chantaje no es legal ,aún que unos apocados ministros lo haya concedido.
Deben ponerlos en su sitio de una vez cueste lo que cueste.
No se puede dar validez al chantaje,tanto en este como otros casos similares.
Es hora de que éste sea un país normal y no bananero en el que unos chantajistas hagan lo que quieran y lleguen a estorsinar hasta a un gobierno,como en los bananeros,en Europa no se puede consentir.