L D (EFE) El Departamento de Agricultura, con su responsable, Ann Veneman, a la cabeza, trata de tranquilizar a los consumidores de EEUU y a los importadores extranjeros acerca de la excelencia de la carne de vacuno estadounidense.
En sus ruedas de prensa diarias, Veneman y su equipo insisten en que las sospechas afectan a un único ejemplar y "el riesgo para la salud humana es extremadamente reducido". La población estadounidense consume una media de treinta kilos al año de carne de vacuno.
Catorce países cierran sus fronteras
Para la exportación, la noticia es catastrófica. De momento, 14 países, incluidos China y Canadá, han anunciado prohibiciones totales o parciales a la entrada de productos de vacuno de EEUU en sus territorios. Esta medida podría resultar desastrosa para la industria ganadera de EEUU, que este año vivía una época dorada de ventas y precios, debido, entre otros motivos, a la popularidad de regímenes adelgazantes basados en el consumo de proteínas.
Según la Federación de Exportaciones Cárnicas de Estados Unidos, este país es el principal exportador de carne del mundo y este año vendió al extranjero cerca de 3.500 millones de dólares en productos vacunos. El presidente de la federación, Phillip Seng, expresó su alarma ante la situación e indicó que "sería un duro golpe si perdemos aunque sea la mitad de nuestras exportaciones. Sería un acontecimiento muy debilitador para Estados Unidos".
Problemas en el consumo interno
El consumo interno también podría quedar seriamente perjudicado si se confirma que la res sospechosa padecía, como así parece, la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), conocida vulgarmente como el "mal de las vacas locas". De momento, varias cadenas de supermercados han cancelado la venta de carne molida procedente del distribuidor del que se sospecha que puede haber recibido carne de la res enferma y han pedido a sus clientes que devuelvan la carne adquirida con fecha de caducidad de este jueves.
El Departamento de Agricultura trata de establecer la historia de la vaca, de raza Holstein y de cuatro años, al parecer sacrificada el pasado día 9 en un matadero de Moses Lake, en el estado de Washington, y a dónde fueron a parar sus restos. También ha emitido una orden para recuperar 4,7 toneladas de carne sacrificada el 9 de diciembre en ese matadero y la granja a la que pertenecía el animal ha quedado en cuarentena, algo descrito por Veneman como "una precaución extra".
La "punta del iceberg"
"Lo importante –subrayó– es que los materiales de alto riesgo, es decir el cerebro y la columna vertebral, que podrían transmitir la infección a los humanos, fueron retirados de esta vaca tras ser sacrificada". Las autoridades agropecuarias de EEUU tratan de determinar exactamente el rebaño donde se crió la res enferma, que fue adquirida por la granja cuando contaba con dos años de edad. En particular, es de especial importancia determinar con qué se la alimentó, para tratar de establecer si el pienso contenía restos de otros animales enfermos.