
LD (Europa Press) Se trata de una vieja pretensión de la Administración argentina, que ya logró la participación estatal en sectores como el correo, los aeropuertos, el servicio de agua potable y los servicios ferroviarios. Así, el Poder Ejecutivo mandará en los próximos días al Congreso un proyecto de ley de nacionalización.
Según La Nación, los accionistas de Marsans Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán señalan que prácticamente el grupo fue expulsado del país y que ya tienen decidido vender la empresa, que representa apenas un 11 por ciento de la facturación total de Marsans.
La empresa se queja de que se cortara su financiación justo en un momento en que sus condiciones económicas habían mejorado: poco después de haber recibido el aumento tarifario del Gobierno. A pesar de todo, dicen los españoles, los bancos pidieron más garantías y no se conformaron con las presentadas por la compañía.
En este sentido, sospechan que desde ese momento partió un supuesto “complot” encabezado por el Gobierno, que presionó tanto a los bancos como a los gremios.
El resultado fue que Aerolíneas se quedó sin fondos para pagar los sueldos de junio, que cubrió el Estado, seguido de las protestas sindicales, las cancelaciones de vuelos y las quejas de los pasajeros.
Una contienda escabrosa
Las negociaciones entre el Gobierno y la empresa tuvieron su punto más fuerte el viernes, cuando el Gobierno exigió a la compañía que, en el documento conjunto de transacción, explicara que decidía vender por las dificultades que enfrentaba el grupo. Marsans, en cambio, quiere sólo un documento de venta comercial.