Urbaneja pidió una "gestión austera" del ente público, y dijo que es inmoral que el gasto conjunto de las televisiones públicas, incluyendo las autonómicas, sea mayor que el destinado a Justicia, que consideró un "dispendio de recursos públicos".
"En RTVE existe un modelo corrupto invisible, generalizado, y subterráneo y no hay más corrupción en ninguna parte que en esa casa --dijo-. Y la gente piensa que es lo normal, y por eso lo hace todo el mundo; no es normal que en todos los procesos de producción sean los más caros", señaló el miembro del "Comité de Sabios", que dijo "no dudar de la honradez de los trabajadores sino apreciar su sufrimiento por la descapitalización" de RTVE.
Se refirió a los "hechos ciertos" en la casa, "como que muchos trabajadores se quieren ir, y eso se solucionaría con bajas incentivadas". Como modelo de referencia para la reforma, apostó por imitar la del sector siderúrgico y apoyarse en el recorte "radical" de costes como se hizo en el caso de la radiotelevisión pública portuguesa. "Pero mucho me temo que la prometida reforma se va a quedar en nada, porque la reforma debe ser radical e ir a los problemas. Lo gradual es una mentira para no hacer nada", afirmó.
Abogó por instaurar un canon
Entre las soluciones que propone para el ente público, insistió en la necesidad de instaurar un canon que se añadiera al impuesto de vivienda, que "serviría para que los ciudadanos sepan que la televisión tiene unos costes y al pagarlos, también hay que hacerle unas exigencias", explicó. Además, pidió que la televisión pública deje de financiarse con publicidad, al considerar una "distorsión" para el mercado.
El ex miembro del Comité de Sabios lamentó que el número de miembros del futuro Consejo de Administración de la Corporación de RTVE se haya decidido ampliar en el trámite parlamentario a 12 miembros sobre los 10 que constaban en el proyecto de Ley, decisión que consideró contraria a la agilidad del órgano de control del ente. "Prefiero la responsabilidad personal de un miembro a elección del Gobierno y que él mismo dé cuentas de su gestión que los consensos y las cuotas parlamentarias, porque al final, ahí el responsable de la gestión resulta que no es nadie", explicó.
Por otra parte, Urbaneja valoró positivamente la designación de la actual directora general, Carmen Caffarel, "una persona honrada con una tarea hercúlea", a la que vio "desbordada" en su cometido.