Creo que lo más trágico que puede pasarle a una política en democracia es que sea el exilio, para muchos, la única posibilidad de supervivencia. Esto es la muerte de la democracia. Si además, unos gobernantes cuidan con mimo a los familiares de los asesinos y desprecian a los de las víctimas, ya no es solo antidemocracia, debe ser, es, un delito penal de colaboración con el terrorismo. Cuando un Presidente de una Nación, con el de la Autonomía no tienen como esencial mantener la convivencia, sino que se la fomenta y premia, sin lugar a dudas están deslegitimados para, ni siquiera, pronunciar la palabra DEMOCRACIA. En consecuencia pretenden, implantan lentamente una dictadura. España no es democrática, volvemos a los enfrentamientos prebélicos o de esclavitud humillante perdida la libertad hasta de residencia. ¿Que hacen los tribunales y otras Instituciones encargados de defender el orden democrático? porque de los poderes políticos ya lo sabemos: dictadura, destruir la Constitución con talante impune. Es lo más grave y terrorífico que le puede suceder a un pueblo.