La afirmación la hace en el diario Deia, en la que da su opinión sobre el estado de la banda terrorista y apunta a contactos, aunque dice no tener constancia de ellos. Durante la anterior negociación, Madariaga reveló que Eguiguren le habría pedido ser mediador del Gobierno ante la banda, algo a lo que él se habría negado.
En la entrevista, Madariaga, que ahora es miembro de Aralar, dice que "puede ser que ETA quiera sacar músculo de cara a cualquier futura negociación" con sus últimos atentados y, en cuanto al futuro de la banda terrorista, augura su "desaparición a corto o medio plazo" y considera que "esa desaparición tendría que ser realizada de la manera más digna posible, nada de victorias gloriosas por parte del enemigo".
En su opinión, "todos tenemos que hacer lo posible para facilitar una pista de aterrizaje y ese aterrizaje tiene que ser digno en todos los sentidos", una frase que apunta a contraprestaciones a los terroristas. Pese a su salida de la banda, Madariaga justifica su creación y dice que no se arrepiente. Según precisa, "en su momento, ETA fue una aportación que contó con el respaldo de una importante parte del pueblo, pero ahora no cuenta con ese respaldo", por lo que "sería importante para un final digno que la decisión la tomara la propia organización ETA".
En referencia al último asesinato de ETA el pasado 19 de junio, Madariaga dice ignorar si tiene que ver "con algún proceso de reflexión". A su entender, "lo importante es que la inmensa mayoría del pueblo vasco e incluso de la propia izquierda abertzale considera que el cese de la violencia es condición sine qua non para que cualquier proceso en Euskal Herria llegue políticamente a buen puerto".
Por otro lado, se muestra convencido de que "el mejor fin político de ETA no es el policial, sino la propia decisión de la organización de dar cauce a la lucha política, si ello le es posible" y añade que no sabe "en manos de quién está ahora ETA", a la vez que considera que el colectivo de presos de ETA puede ser "determinante" en el fin del terror.
Para Madariaga, las condiciones que deben confluir en la dirección de ETA para que aborde un proceso de desarme es que "la sociedad civil vasca se lo signifique con claridad". "ETA nació por motivaciones políticas y tiene que acordar su final también por razones políticas y democráticas, comenzando por plegarse a la voluntad del pueblo que tantas veces invoca", advierte.
