¡Cuánto siento su dolor!, me uno a ustedes en la desesperación de ver como los asesinos de sus seres queridos se pasean tan altivos por los mismos lugares que lo hacen ustedes. Mi admiración hacia todos aquellos que, con todo el dolor de su corazón, son capaces todavía de sacar fuerzas y no tirar la toalla. Espero que esta pesadilla algún día tenga final, y que ese final lo podamos ver todos. ¡Ánimo, seguimos pensando en todos ustedes!.

Sra.Elías:Aunque a Ud. le parezca que están solos porque esta en las Vascongadas,región de ESPAÑA donde abundan los COBARDES y los "chaqueteros" que conviven con los "matones" de turno y los criminales de las pistolas,somos muchos ESPAÑOLES los que nos preocupamos de vosotros y os apoyamos al cien por cien pero qué podemos hacer si en ESPAÑA todo se ha corrompido.No obstante,estamos con vosotros y con todas las víctimas del terrorismo denigrante que padece esta ESPAÑA nuestra.Un fuerte abrazo aunque no tenga el gusto de conocerla personalmente.

Sra. Elías, vive usted en un país de cobardes y lameculos, pero algunos la apoyamos al 100%.

Desgraciadamente, Doña Pilar Elías tiene toda la razón. ¿ Cuántos españoles acompañamos a las víctimas y nos preocupamos de ellas? ¿ Cien mil, doscientos mil...? Empieza a dar asco vivir en esta nación de gente que piensa en dormir, comer y poco más.