La relación de Zapatero con el Grupo Prisa nunca ha sido buena, o no tan buena. Nada más llegar al poder el presidente del Gobierno lanzó su propio grupo mediático, con Mediapro y Jaume Roures como cabeza visible, y La Sexta y Público como principales arietes. Además, con su apoyo el Gobierno propició que Roures se hiciera con el control del fútbol, lo que enfureció a Juan Luis Cebrián. Un enfrentamiento que fue bautizado por Felipe González como "fuego amigo".
Mientras el liderazgo de Zapatero no estaba en cuestión, la rabieta de Prisa de ceñía a alguna que otra puya a Carmen Chacón, esposa de Miguel Barroso –una de las cabezas visibles del nuevo grupo mediático– y declaraciones entre lastimosas y amenazantes de Cebrián.
Pero el hundimiento de Zapatero en las encuestas y el ascenso de Rubalcaba a la todopoderosa vicepresidencia lo ha cambiado todo. La presencia mediática de Felipe González es cada vez mayor –confesión incluida en la portada de El País sobre su implicación en los GAL–. El desastre zapateril ha conseguido resucitar a un muerto y parece que la vieja guardia es ahora percibida con mejores ojos por el público socialista.
Cuando peor momento atraviesa Prisa, tras la entrada de Liberty, que ya controla el 50,6% del capital de la empresa, y el cierre de CNN+, Cebrián ve la oportunidad de recuperar el control del PSOE vía Rubalcaba. Y es que Prisa sólo ha sabido medrar al calor del poder político, con el trato de favor del felipismo, saltándose la legalidad de manera flagrante en escándalos como el antenicidio.
No sería lógico soslayar estos antecedentes para poner en contexto la campaña que ha lanzado Prisa para que sea Rubalcaba quien ocupe el lugar de Zapatero en las próximas elecciones. El País publicó una encuesta el pasado domingo que ya iba en esta dirección. El súper vicepresidente aparecía como el líder más valorado muy por encima de Zapatero y el diario interpretaba que el barómetro de Metroscopia demostraba que en sólo un mes, el protagonismo de Rubalcaba ha permitido al PSOE movilizar a parte de su electorado descontento Y daba las claves para una hipotética victoria de los socialistas, destacando en primer lugar "el tirón de un candidato que encabece sus listas". Más claro imposible.
Una semana después, este lunes, la Cadena SER dedicaba su primer Pulsómetro de 2011 a calibrar las opciones que tendría el candidato Rubalcaba. El resultado es prácticamente una aclamación popular del actual vicepresidente. La encuesta ofrece las dos variantes. Si Zapatero es candidato, el PP gana por 11 de puntos. Si lo es Rubalcaba, se da la vuelta a la tortilla y sería el PSOE el que ganase, nada menos que por 8 puntos de diferencia.
La aclamación se ha trasladado a los informativos y tertulias de la casa: Rubalcaba debe ser el candidato. Si en algo es experta la Cadena SER es en fabricar consignas y si hay un lugar permeable a éstas, está en la calle Ferraz.