En castellano culto se llama hipocorístico. Pero es una palabra demasiado larga y como de broma. Ahora se prefiere decir nick, porque todos hablamos un poquito de inglés. Hay que tener un nick para “chatear” por la red. Es como el alias de los delincuentes o los toreros, pero ahora democratizado. Con el nick nos quitamos responsabilidades. El nick no tiene edad ni posición social; permite el tuteo generalizado. Todos somos “coleguillas”. Es la ilusión de igualdad que provoca un baile de disfraces. La vida aparece así como una especie de juego interminable en el que no se envejece. Adiossss.
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