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Daniel Rodríguez Herrera

A Rubio sólo le queda decidir cuándo abandonar

Ted Cruz empieza a fagocitar al senador por la Florida.

Ted Cruz empieza a fagocitar al senador por la Florida.

Tras el Supermartes, parecía obvio que el voto republicano contrario a Trump, que es casi todo el voto republicano de toda la vida, iba a tener que concentrarse en Cruz lo antes posible si se quería evitar la nominación del multimillonario. La conclusión era, efectivamente, tan obvia que en las primarias que han tenido lugar desde entonces Rubio ha perdido a un porcentaje sustancial de sus votantes a favor de Cruz. Gracias a ello, Cruz ha ganado en tres estados, Rubio sólo en Puerto Rico –donde no vota en las presidenciales– y Trump se ha llevado cinco.

Naturalmente, Trump sigue siendo el favorito. Pero hay varios indicadores que son motivo de preocupación para su campaña. En primer lugar, que ahora mismo sus rivales juntos suman más delegados que él. Frente a sus 458, Cruz (359), Rubio (151) y Kasich (54) suman 564. Pero esta ventaja de sus rivales podría quedar en nada si siguen presentándose por separado cuando el martes que viene comiencen a celebrarse primarias en las que el ganador se lleve todos los delegados de cada estado, en lugar de hacerlo proporcionalmente como hasta ahora. De ahí que esté subiendo el runrún dentro del partido para que Rubio y Kasich se retiren, a poder ser antes del próximo día 15.

Mucho más preocupante para Trump es que sus porcentajes caigan dependiendo de dos factores: quién puede votar y cuándo lo hace. Hay que explicar que, además de la diferenciación entre caucus, donde se vota a través de reuniones de militantes, y primarias, donde se mete el voto en una urna, hay que distinguir entre primarias más abiertas o más cerradas. En algunos estados pueden votar quienes estén registrados como independientes y hasta como demócratas, y además puede uno registrarse para votar hasta el mismo día de las primarias. Esto tiene la ventaja de atraer a nuevos votantes, y la desventaja de que se te puede colar gente que sólo quiere hacer daño al partido. Otros, en cambio, permiten votar sólo a republicanos registrados como tales e incluso impiden acudir a las urnas a quienes se hayan apuntado después de cierta fecha. Por otro lado, la mayor parte de los estados permiten votar con más o menos antelación al día teórico en que se celebran las primarias.

Pues bien, Trump logra los resultados abrumadores que predecían las encuestas entre quienes depositaron su voto antes de finales de febrero, que es cuando Cruz y Rubio empezaron a hacer campaña de verdad contra él, mientras que entre quienes acuden a las urnas el día designado es Cruz quien se lleva el gato al agua. Y como quizá cabría esperar, cuanto más abiertas son unas primarias, mejores resultados consigue el millonario. Este sábado, con cuatro primarias cerradas en juego, Cruz ganó dos por mucha distancia y Trump las otras dos por mucho menos, lo que permitió al texano sacar 69 delegados frente a los 53 de Trump. Especialmente significativo fue el caso de Lousiana, donde Trump ganaba el voto anticipado por goleada pero Cruz recortó tanto la distancia con los votos emitidos ese mismo día que acabaron ambos empatados a delegados.

Este jueves se celebrará el último debate. Si Rubio y Cruz continúan con la táctica de atacar a Donald Trump sin tregua, como hicieron en el anterior, cabe esperar que los apoyos al millonario caigan todavía más. Pero parece dudoso que aún así Rubio pueda lograr el triunfo y los 99 delegados de Florida, la única razón que podría esgrimir para continuar. Así que, más que preguntarse si va a abandonar, la discusión ahora se ha centrado en si lo hará incluso antes del martes que viene. Parece dudoso.

El gobernador Kasich, por su parte, parece que sigue en campaña para lograr ser vicepresidente de alguien. Podría conseguirlo si, como cada vez parece más probable, se llega a una convención dividida donde ningún candidato tenga los 1.237 delegados necesarios para ser nominado. Pero tras quedar tercero en la vecina Michigan detrás de Trump y Cruz, no parece que vaya a contar con la victoria y los 66 delegados de Ohio, el estado que gobierna, para respaldarle.

En todo caso, en las últimas horas Ted Cruz ha logrado un apoyo que le será de gran utilidad en caso de llegar a ese escenario: Chuck Norris. Sus míticas patadas giratorias podrían dejar fuera de combate al menos a la mitad de los delegados de Trump en caso de ser necesario. Yo, por si acaso, me retiraría ya.

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