Suele decirse que la creación de un medio de comunicación supone una buena noticia para una sociedad democrática por cuanto incrementa la pluralidad de fuentes para recibir información y opinión. Sin embargo, en demasiadas ocasiones, sobre todo en España, la aparición de un nuevo grupo mediático suele enriquecer poco o nada la diversidad de puntos de vista; nuestros medios vienen caracterizados por la práctica de subyugar su ideología a la de uno de los dos grandes partidos políticos, que para más inri en muchas ocasiones no parecen presentar muchas diferencias entre sí.
Por esto mismo, hace una década todo apuntaba a que los movimientos corporativos de los grandes medios de comunicación terminarían sumiendo a la derecha –sobre todo a la derecha liberal– en un invierno mediático donde su voz apenas resonaría. Se trataba de un panorama desolador que en gran medida tiene hoy su plasmación en una oferta mediática sumisa y dependiente del poder político.
Fue semejante horizonte el que movió a un grupo de periodistas, escritores y pensadores liberales a crear Libertad Digital un día como hoy hace diez años. La oportunidad que ofrecía una incipiente internet y, sobre todo, la soledad en la que se encontraba el movimiento liberal-conservador los llevó a apostar por el establecimiento de un periódico digital que no tuviera complejos en crear opinión y que se preocupara por dar voz a todas aquellas personas que, como las víctimas del terrorismo, eran casi siempre silenciadas en la prensa convencional; un periódico que defendiera a España y a los españoles; un periódico cuyo valor esencial fuera el de la libertad; un periódico que, en definitiva, aspirara no sólo a cubrir el hueco que el resto de medios se negaba a cubrir, sino que lo ampliara atrayendo cada vez a más personas al pensamiento liberal.
Diez años después creemos que podemos darnos por satisfechos con lo logrado. Libertad Digital se ha convertido en uno de los periódicos digitales más leídos e influyentes de la red y, sobre todo, ha servido de inspiración intelectual para decenas de miles de personas, entre ellas incontables jóvenes que han gozado de la oportunidad –que probablemente no tuvieron sus padres– de formarse en la rica tradición política del liberalismo.
Tras una década, Libertad Digital se ha consolidado y se ha extendido a la televisión, con Libertad Digital TV, y a la radio, con esRadio. Pero nuestras señas de identidad siguen siendo las mismas que al comienzo: la defensa sin cortapisas ni hipotecas de España y de la libertad. Nacimos libres y seguimos siendo libres; por eso molestamos a todos los políticos que tanto en el PSOE como en el PP conciban el periodismo como un altavoz al servicio de sus intereses, y, por el contrario, nos hemos convertido en un medio indispensable para todas aquellas personas que se sienten asfixiadas por el socialismo de todos los partidos.
Aunque hoy estemos de celebración, hemos venido celebrando cada día y cada lector que nos ha permitido, a lo largo de estos diez años, expresar nuestras ideas en libertad. Gracias, querido lector, por lo que nos ha permitido vivir hasta hoy; esperemos que los próximos diez años sean al menos tan exitosos como estos diez primeros.