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Larry Elder

Una cena entre progres

Dado que las personas con poco dinero son capaces de comprarse coches, si se liberara el mercado también podrían pagar atención médica. No sería la misma que recibe alguien que vive en Beverly Hills, pero sí podrían pagarse algo menos sofisticado.

Justo antes de las vacaciones, tuve mi cena anual con unos viejos amigos, que son de izquierdas. Su hijo, ahora en la Universidad, me planteó una pregunta sobre la sanidad mientras daba cuenta de un delicioso plato de costillas:

– Si estás en contra de la seguridad social publica, ¿qué deberían hacer los pobres? ¿Que les jodan sin más?

Conociéndole desde que nació, me quedé desconcertado, pero no sólo por la pregunta. Al fin y al cabo sabía que, como Custer, me encontraba rodeado de progres. Pero fue la dureza con la que estaba formulada lo que me sorprendió. Dado que los republicanos como yo rechazamos el argumento tipo Kerry de que "la sanidad es un derecho, no un privilegio", los progres creen que nuestra visión del mundo divide a las personas en dos grupos: aquellos con dinero suficiente disponen de atención médica, y los que no lo tienen pueden irse al infierno. Así que contesté:

– Esta es una pregunta algo complicada, pero la respuesta corta es libre empresa.
¿Libre empresa?
– El motivo de que tantas personas no puedan pagarse la atención sanitaria es la interferencia del Estado. Por ejemplo, un oficial médico en Irak que atiende a soldados heridos –pero no tiene el título– no podría volver al país y abrir una consulta. Mi tía trabajó durante más de 30 años en un ala de maternidad. Me contó que muchas veces las nuevas internas le preguntaban: "Enfermera Maggie, ¿qué medicación debo utilizar, y cuál es la posología?" Pero si hubiera querido abrir una farmacia, las leyes lo hubieran prohibido.
– ¿Cree usted que algo así sucederá?
– Ya está pasando – respondí –. Varias farmacias como Walgreens ahora abren muchas clínicas y proporcionan atención médica barata a personas de ingresos reducidos.

En este punto, su padre intervino en la conversación y dijo:

– ¿De verdad? Nunca he oído hablar de eso.
– Farmacias como Walgreens tienen ahora clínicas donde no hay que pedir hora para que la gente pueda tener atención inmediata para problemas médicos, el tipo de tratamiento que necesita la mayor parte de la gente, procedimientos corrientes que no requieren cirugía. ¿No lo sabías?
– No, nunca había oído hablar de eso.

Y ahí se quedó la conversación. Pero sólo para dejarlo por escrito: las grandes cadenas de farmacias como CVS, Rite Aid o Walgreens, junto con el mayor minorista de los Estados Unidos, Wal-Mart, están expandiendo estas clínicas situándolas en sus almacenes. Centenares de ellas abrirán este año, y miles lo harán a lo largo de la próxima década. Con un personal formado por ATS que pueden examinar a los pacientes, poner vacunas y recetar medicinas para enfermedades menores, estas clínicas cobran mucho menos que una visita a la consulta de un médico tradicional. Además de incrementar el acceso a la atención médica y reducir los costes, estas clínicas reducen la carga de trabajo de urgencias de los hospitales que prometen tratarte pagues o no y que siempre están saturadas. Esta atención sanitaria tan fácilmente disponible, conveniente, sin cita previa y a precio razonable también descubre algunas enfermedades antes de que sean serias y caras. Y los médicos dispondrán de más tiempo libre que dedicar a los casos complicados.

A pesar de una población cada vez más grande y envejecida, no se ha construido ninguna facultad privada de medicina en los Estados Unidos desde principios del siglo XX. En 1980, un estudio del Departamento de Sanidad y Servicios Humanos predijo un enorme excedente de médicos para el año 2000. En consecuencia, los gobiernos estatales dejaron de construir nuevas facultades y casi todos los 126 centros médicos de enseñanza recortaron las matriculaciones; el número de licenciados en medicina descendió. Pero ahora la Asociación Médica Norteamericana acaba de informar de un incremento en las matriculaciones en 2006, el primero en décadas. Los Estados Unidos aún tienen sólo 126 facultades de medicina, pero algunos expertos predicen que necesitaremos al menos 90 más para solucionar la escasez de médicos que se predice para el 2020.

¿Cuántas personas tampoco saben que las leyes prohíben la venta de seguros médicos entre estados, evitando que la gente de un estado A compre un seguro de una compañía en el estado B? Según el Wall Street Journal, en el 2005 “eHealthInsurance comparó los distintos precios de una póliza de seguro familiar estándar en todo el país. Una póliza de este tipo cuesta en Kansas City, Missouri, alrededor de 170 dólares al mes, mientras que una similar en Boston supera los 750 dólares al mes". ¿Por qué? La mayor parte de los estados promulgan por ley el tipo de servicios que tienen que estar obligatoriamente cubiertos –podólogos, acupuntores, masajistas, etc.– tanto si el paciente los quiere como si no.

Algunos estados fuerzan a las aseguradoras a vender al mismo precio a todos los solicitantes, al margen de su edad o situación sanitaria. ¿El resultado? "Al tener que pagar primas más elevadas por un seguro cuyos servicios utilizan muy raramente, los jóvenes y los sanos prescinden de él, dejando aseguradas sólo a personas más enfermas y ancianas, lo que eleva aún más las primas. Tras una década de intromisión política, el coste mensual medio de una póliza familiar en New Jersey sobrepasa el alquiler mensual de un Ferrari."

– Para terminar – le dije al hijo de mis amigos , dado que las personas con poco dinero son capaces de comprarse coches, si se liberara el mercado también podrían pagar atención médica. No sería la misma que recibe alguien que vive en Beverly Hills, pero sí podrían pagarse algo menos sofisticado, siempre que el Estado se quitara de en medio. ¿Puedo tomar otro vaso de zumo de naranja?

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