Qué fácil parece su análisis Pío,pero sólo lo pueden hacer parecer fácil,las personas que,como usted,tienen semejante capacidad para los análisis sobrios y lúcidos.Me ha encantado.Y se me ha hecho breve.Lo bueno si es breve,dos veces bueno(dicen).
Lúcido hasta el deslumbramiento, don Pío.
Por eso vemos muchas veces intelectuales tan cegados y desorientados, que niegan evidencias apabullantes. Y siempre esa soberbia que acompaña a algunos.
Es una suerte que una persona como usted alumbre algo los estertores de esta España decadente, anestesiada y devorada por sus propios hijos...
Qué bien disecciona y explica el proceso de la mente, Don Pío.
Yo lo que creo es sólo desde una honestidad radical es posible reconocer la realidad tal y como es y no suplantarla por nuestros deseos. Lo malo es que la experiencia me ha demostrado que - en Historia y en todos los aspectos de la vida - son muy muy pocos los que poseen esa honestidad radical y que, en este mundo viciado por el engaño, el honesto es el que recibe palos por todas partes. Sin embargo, esta honestidad produce una corriente de aire fresco que evita que todo se pudra y a cuyo amparo nos refugiamos los que buscamos lo mismo.