Menú
Federico Jiménez Losantos

España está madura para la dictadura gallardonita

A la salida de la sesión, hasta los de las televisiones zapaterinas y, por ende, gallardonitas, aparecían demudados. "¿Se siente usted traicionado por sus testigos?", preguntaban. Y les dije lo que siento: "Si me fiara de los políticos no sería liberal"

Hay experiencias que aunque poco satisfactorias en términos absolutos resultan extraordinariamente instructivas, "ejemplares" diría Cervantes, sobre la condición humana y las debilidades propias de la especie. Suele suceder la primera vez que te acuestas con alguien sin intención de dormir y sucede infaliblemente cuando frecuentas los tribunales de justicia en España, como a mí me sucede de un año y medio acá. Pese a todo, aún estoy boquiabierto tras el juicio de Gallardón contra mí que, en realidad, es una garantía liberticida para cualquier político contra cualquier periodista molesto.

Es una pena que del juicio vaya a quedar la imagen de la deserción de los liberales ante Ambiciones, que sin duda sale fortalecidísimo de la heroica actuación de sus presuntos enemigos políticos. Porque en la sesión de la mañana tuvieron lugar los testimonios más importantes. Alcaraz como presidente de la AVT, donde se reúne el mayor número de víctimas del 11-M; Pedro Jota que fue quien comparó a Gallardón con Giuliani y se preguntó si alguien podía imaginar al alcalde de Nueva York "pasando" de la investigación del 11-S como el de Madrid dejaba el 11-M para su "equipaje sentimental"; y Luis Herrero, que ha relatado cómo Gallardón fingió que quería hacer las paces conmigo en una entrevista en La Mañana.

De creer al abogado de Gallardón y al propio alcalde, sus palabras en el Foro de ABC pidiendo al PP "obviar el 11-M" fueron manipuladas por el entonces director Zarzalejos, porque Gallardón ha sido el más incansable defensor de que se investigase el 11M hasta las ultimísimas consecuencias. O sea, que la culpa de toda la política gallardonita de "obviar el 11-M" fue una perversa o torpe tergiversación de Zarzalejos, que ha conseguido engañar durante dos años a todos los medios españoles y sin que Gallardón rectifique tamaña manipulación de su decir y su sentir. Todos saben que Gallardón ha tomado infinidad de iniciativas para perseguir implacablemente la verdad y no ha respaldado nunca la calamitosa instrucción y la penosa actividad de la fiscal, cuyas deficiencias quedan acreditadas en la sentencia de Gómez Bermúdez: los tres autores intelectuales y materiales según la fiscalía, absueltos por absoluta falta de pruebas. No han pasado diez días desde la última vez que Gallardón respaldó la "impecable" o "perfecta" actuación de Valeyá, pero seguramente estaba abducido por Zarzalejos, porque él lo que quería era apoyar a Fernando Múgica y Luis del Pino en sus investigaciones de los agujeros negros del 11-M. Nadie menos sociata que él.

Naturalmente, eso es falso, pero cualquier juez que quiera hacer carrera en el futuro, naturalmente gracias a los partidos políticos, deberá tener en cuenta lo sucedido este miércoles: cualquier político importante puede sentar en el banquillo a cualquier periodista por importante que sea, ya que el honor del político no sólo está por encima del honor del periodista sino, sobre todo, de las víctimas del 11-M, que las pobres no tienen honor ni derecho a justicia ni nada de nada. Son una molestia cuando se "mira hacia el futuro", que por lo visto es en lo que coinciden Gallardón y sus presuntos enemigos del PP, repentinamente aquejados de súbita y dramática amnesia.

A la salida de la sesión, hasta los de las televisiones zapaterinas y, por ende, gallardonitas, aparecían demudados. "¿Se siente usted traicionado por sus testigos?", me preguntaban. Y yo les dije lo que siento: "Si me fiara de los políticos no sería liberal." Pero la causa de las víctimas del 11-M, de la verdad y de la Justicia sigue valiendo la pena. España parece ya madura para la dictadura gallardonita y el PP listo para Bulgaria, pero no todos los españoles. Yo, como dijo Sancho, "abrenuncio". Vamos, que ni hablar.

Puede comentar este artículo en el blog de Federico Jiménez Losantos

Temas

En España

    0
    comentarios