El presidente de la Academia del Cine Catalán, Joel Joan, deseó que el Gremio de Empresarios de Cines de Cataluña no se manifieste el 1 de febrero delante del Cine Coliseum de Barcelona, donde celebrarán los Premios Gaudí, porque sería "absurdo" y tendría más sentido que lo hicieran delante de la Generalidad catalana, dijo. "No es nuestra guerra", remachó Joan, en declaraciones a Europa Press.
Los exhibidores agremiados de Cataluña anunciaron hoy que sus 74 cines --suman 525 de las 795 pantallas que hay en Cataluña-- cerrarán el 1 de febrero para "escenificar" qué pasará si la ley del cine catalán entra en vigor. "Sorprendido y satisfecho" por la noticia, Joan explicó que puede parecer irónico pero que les "honra" la elección del día, ya que significa que han conseguido que los Premios Gaudí sean la gran fiesta del cine catalán, pero les sabe mal porque les implican en un tema que no depende de ellos y que sobre todo preocupa a las 'majors'.
"En dos años de existencia de la academia hemos conseguido aglutinar el cine catalán y ser sus abanderados, tanto que el día de nuestros premios el gremio exhibidores decide hacer la huelga, supongo que para tener más presencia en los medios", opinó el director de la academia. Pero les avisó de que la academia es una asociación de profesionales e independiente, que no redacta la ley: "Que no se confundan, estamos en otra liga", espetó.
Para Joan, el proyecto de ley del cine catalán "es cojo" porque tendría que "abolir" el doblaje, algo que "quita el alma de las películas" y es "del siglo pasado y de países con un pasado dictatorial". No le pareció mala idea que en una sociedad bilingüe como la catalana la mitad de los subtitulos estén en castellano y la otra mitad en catalán: "No entendemos el pánico de que la traducción al catalán haga huir a la gente del cine. Animamos a que los exhibidores vean la ley como la oportunidad de tener más gente en las salas, porque el catalán no quita espectadores: lo entienden a la perfección y es líder en la radio y la tele", explicó.
A su entender, la ley "se queda corta" porque debería apoyar más el subtitulado, en detrimento del doblaje, pero aplaudió que "ponga orden" respecto a las películas originales en catalán y castellano, que no se doblarán."Antes los productores, para conseguir dinero de Icic, sacaban algunas copias en catalán. Pero, ¿por qué ver 'En la ciudad' en catalán, o 'Excuses' doblada al castellano si entiendo perfectamente el idioma original?", reflexionó.
