Una familia de Barcelona vive desde hace 16 meses un proceso que ni la imaginación de Kafka podría concebir. En julio de 2008 se fueron de vacaciones y cuando volvieron se encontraron con que no podían entrar en su casa porque alguien había cambiado la cerradura.
Lejos de responder con violencia al hecho violento, confiaron en la Justicia y denunciaron el hecho a los Mossos de Esquadra, que dijeron que no podían hacer nada. Entonces, según narró la abogada en el programa de Luis Herrero en esRadio, interpusieron una demanda por desahucio, que ganaron, pero los ocupas pusieron un recurso de apelación y tienen que esperar a que se resuelva el recurso. Será en febrero y mientras, no pueden volver a su casa.
La familia expulsada de su vivienda vive ahora en casa de unos familiares. Sus enseres personales fueron arrojados por la ventana por los ocupas. "Sólo podemos esperar que se resuelva el recurso de apelación, confirmen el desahucio y desalojen a estos señores", dice la abogada.
Y mientras tanto, las víctimas tienen que seguir pagando el alquiler de la vivienda, que pertenece al Patronato de la Generalidad. "Si dejan de pagar el alquiler, el agua o la luz saldrían perjudicados porque perderían derechos". Además, en el colmo del esperpento, la ocupa, una mujer joven con niños pequeños, "se fue al ayuntamiento, desempadronó a mis clientes y se empadronó ella con su familia". Así de sencillo.
Según explicó la abogada, "los pisos del patronato es habitual ocuparlos, muchos pisos están teniendo este problema y hay vecinos cómplices de los que ocupan las viviendas".
