L D (EFE) Estas son las conclusiones de un estudio del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona-CSIC-IDIBAPS publicado en la revista Protgeomics.
Joaquín Abián, jefe del equipo de Espectrometría de Masas del centro que ha hecho este descubrimiento, ha explicado este lunes en conferencia de prensa que la diferencia está en la haptoglobina, una proteína que tiene diversas formas y que la literatura médica asocia con la hipertensión, uno de los síntomas presentes entre los afectados del Síndrome del Aceite Tóxico.
Según Abián, las cadenas de esta proteína, que lleva la hemoglobina por la sangre, pueden estar codificadas en tres alelos o variantes -el 1, en las formas 1s y 1f, y el alelo 2-, y es en las variantes del 1s o 1f en donde está la clave. Al empezar a desvelar los procesos biológicos implicado en la enfermedad se ha visto que los alelos 1f protegen frente a la enfermedad, ya que enfermaron menos del 25% de los expuestos que lo tienen, mientras que los 1s se relacionan con una mayor mortalidad debido a que más del 60% de los que lo tienen enfermaron de SAT.
Para llegar a esta conclusión los investigadores han hecho un análisis global a 86 individuos divididos en dos grupos -enfermos y de control- para comparar la expresión de las proteínas en sangre de los enfermos en relación a los que estuvieron expuestos pero no enfermaron, localizándose 31 señales distintas, muchas de las cuales todavía se están estudiando, entre ellas las haptoglobina.
