Un pronóstico verosímil para el eterno día de la marmota catalana es que las próximas elecciones regionales se tengan que celebrar a finales del mes de mayo.
Mas se va o le echan los suyos como lo echó la CUP, el partido de las litronas, pero se queda Puigdemont, engendro convergente de una añada del entorno de Terra Lliure.
La razón la empezó a perder #MeToo cuando hizo una causa general contra los hombres que intentan seducir a mujeres. La razón la ha perdido del todo con su reacción desmedida contra las cien firmantes francesas.
Lo peor es que la tan tardía aplicación del 155 sólo ha tenido como objetivo una nueva y precipitada convocatoria electoral que va devolver el poder a las mismas formaciones secesionistas que perpetraron el golpe.
Hay muchas razones para ver 'La maravillosa señora Maisel'. Ese Nueva York de los 50, Jane, Alex, Rachel… Y Amy Sherman-Palladino, que lo ha vuelto a hacer.
Para Puigdemont, no ha cambiado nada, salvo en lo relativo a que le ha ganado a Junqueras en su duelo particular y que entre ambos y la CUP retienen la mayoría absoluta.
Frente a la inmensa mayoría de los vascos de Cuba, indudablemente patriotas, fueron muy pocos los que apoyaron a los insurgentes. Tan pocos, que causaban sensación.