19 personas detenidas, 17 embarcaciones decomisadas, 2 vehículos, 90.000 pastillas de éxtasis, más de 600 gramos de cocaína de alta pureza, dispositivos móviles robados a sus dueños… Éste es el resultado de la última operación llevada a cabo por la Guardia Civil contra las mafias que hacen negocio con la inmigración ilegal, aunque en este caso, como muestra lo capturado, también buscaban beneficios en otras actividades ilícitas.
La organización criminal tenía su base en la provincia de Almería, desde donde organizaban los viajes en taxi-patera desde la costa española hasta los costas de Argelia. Publicitaban los recorridos a través de internet. De hecho, fue gracias a uno de esos anuncios como los investigadores de la Benemérita tuvieron conocimiento de la misma y comenzaron las pesquisas que han permitido su desarticulación.
La banda estaba estructurada en tres departamentos. Unos eran los encargados de la logística, eran los que gestionaban las embarcaciones, trataban con los inmigrantes ilegales y llamaban a los patrones que tenían que llevar las pateras. El departamento eran los patrones de las embarcaciones, que las conducían de un punto de la costa a otro y regresaban. La tercera parte de la organización eran los jefes, que se llevaban los grandes beneficios del negocio.
Las embarcaciones salían primero hacia las costas de Argelia desde la provincia de Almería. A bordo llevaban drogas (cocaína, metanfetamina o anfetamina, entre otras que escasean en el país norteafricano) y material robado en España (como teléfonos móviles). Así conseguían sacar rentabilidad económica al primero de los viajes, evitando hacerlo en vacío, lo que solo les habría generado gastos.
En Argelia era donde todo se configuraba para trasladar inmigrantes ilegales a la Península. Cada viaje de vuelta llevaba a bordo a entre 10 y 15 inmigrantes. Cada uno de ellos pagaba una cantidad económica que se situaba en torno a los 5.000 euros. De modo que, más allá del dinero obtenido por el primer traslado de drogas y productos robados, el tráfico ilegal de personas les suponía un ingreso de entre 50.000 y 75.000 euros por viaje.
Las embarcaciones no siempre estaban en buen estado. Los investigadores de la Guardia Civil creen que esta mafia ha perdido más de una patera durante las travesías marítimas en alta mar y que, por ejemplo, a ellos pertenecía la embarcación que naufragó el pasado mes de octubre que provocó que los cadáveres de dos inmigrantes ilegales fueran arrastrados por las corrientes hasta las playas del Cabo de Gata.