
El torero Eduardo Dávila Miura ha presentado su dimisión este viernes por carta como teniente de Hermano Mayor de la Hermandad de La Macarena a cinco meses de las elecciones para que los macarenos elijan a un nuevo Hermano Mayor entre las tres candidaturas que hasta el momento se han anunciado: dos de ellas —una de Dávila— desde la actual junta de Gobierno. Esta dimisión viene dada después de que el pasado sábado 21 de junio se restableciese al culto la imagen de La Macarena tras unos polémicos trabajos de conservación y mantenimiento que no han convencido a los devotos de la dolorosa hispalense.
Según la carta que Dávila ha remitido al Hermano Mayor, José Antonio Fernández Cabrero, a la que ha tenido acceso Libertad Digital, el torero no esperaba que los acontecimientos se desarrollaran como han sucedido, aunque reconoce que "como macarenos" tanto él como la junta de Gobierno están "viviendo la peor pesadilla que se podía iomaginar". Así, desarrolla que, "como oficiales de la junta de Gobierno" el sentimiento de dolor por la Virgen es "todavía más". "Pienso que no somos culpables, pero sí responsables", asevera Dávila.
En este sentido, el hasta este viernes teniente de Hermano Mayor de una de las hermandades más importantes de España se ha justificado asegurando no estar "tranquilo" consigo mismo y se ha mostrado crítico con la ruta marcada por la actual directiva: "Ante ciertas circunstancias que no entiendo ni comparto, ya puedo aportar más a la Hermandad en estos momentos estando fuera de su Junta de Gobierno".
Así, ha recalcado que la "primera obligación" que tenía la junta de gobierno era "solucionar el problema creado", algo en lo que, según ha expresado, ha puesto todos sus esfuerzos. Por ende, se ha mostrado tranquilo y convencido de estar en el "camino correcto" asumiendo su responsabilidad como número dos de La Macarena con su dimisión, que ha calificado como un acto de "total generosidad hacia la Hermandad". "Al menos, así entiendo mi servicio hacia ella", ha dicho en referencia a la dolorosa.
Quiere estar en el Cabildo
Asimismo, ha agradecido el "reconocimiento y cariño" que ha recibido por parte de la Hermandad en los momentos difíciles porque estos gestos le ayudaron a reforzar su fe y ha mostrado un "abrazo muy fuerte a todos y al director espiritual José María Losada". "La virgen manda, confiemos en ella", zanja la carta que ha remitido este viernes a Fernández Cabrero, en la que también expresaba su deseo de estar presente en el Cabildo Extraordinario de Hermanos del próximo 29 de julio convocado para ofrecer explicaciones sobre las actuaciones de la junta de gobierno y buscar soluciones a la polémica restauración.
La dimisión de Dávila Miura llega en un momento en el que la presión para que dimita Fernández Cabrero es máxima, más aún cuando el propio Dávila Miura reconoce que la dirección de la Hermandad es "responsable" de los trabajos de conservación que desataron un auténtico terremoto en la capital andaluza. Cabe recordar que la imagen de La Macarena se retocó en hasta tres ocasiones en menos de una semana mientras los devotos exigían explicaciones sin encontrarlas.
Por su parte, la Hermandad afronta ahora un proceso de reconstrucción después de la baja del número dos, que ya anunció su intención de presentar su candidatura para las elecciones a Hermano Mayor. Todo ello, en medio de una restauración pendiente de la dolorosa que le devuelva a su aspecto anterior y le otorgue de nuevo su impronta: la mirada. Algo que los expertos consultados por este diario han visto complicado, pero posible; y para lo que se ha anunciado que se propondrá al restaurador Pedro Manzano.