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Los mensajes amenazantes a Corinna

La alemana dice haber actualizado su testamento y poner documentos en manos de sus abogados, tras haber recibido amenazas.

El extenso reportaje dedicado a Corinna en Vanity Fair es la última vuelta de tuerca del culebrón que azota a la Casa Real. La "astuta" princesa alemana, tal y como la define una de las fuentes de la revista.

Una de las novedades es el estado de ánimo de Corinna. Al parecer, el extenso plantel de asesores y asistentes personales de la "amiga entrañable" del Rey está "muy nervioso y preocupado" por las informaciones sobre ella que se están dando a conocer en España, y a la vez por una serie de amenazas que se han intensificado durante las últimas semanas.

Desde Zarzuela, no obstante, sostienen que la motivación de Corinna vendría dada debido al "rencor" por haber cortado su "entrañable" amistad con el Rey, algo que ella misma también reconoce. Su entorno, sin embargo, dice que su aparición estuvo impulsada por el miedo. "Dice que será más difícil que le pase algo si es una persona más conocida", publica Vanity Fair. Las conocidas fuentes también aseguran que sí ha hablado con el Rey del tema de las amenazas, y que éste le habría contestado que no se preocupase. El Gobierno, por su parte, trata de rebajar su importancia: "No es un objetivo prioritario para España. Y nunca lo ha sido".

Corinna, oficialmente, ha decidido guardar silencio –pese a sus exclusivas en El Mundo, ¡Hola! y ahora el reportaje de Vanity Fair-. Pero se confiesa "preocupada por las informaciones falsas" que circulan en España. "No puedo comentar nada más porque tengo firmados contratos de confidencialidad con mis clientes y porque, además, estoy convencida de que se me está utilizando en medio de asuntos internos del país que no tienen que ver conmigo". Su voz, aseguran desde la revista, resulta templada y educada.

Corinna dice, sorprendentemente, querer alejarse de los focos. Las amenazas son "otra razón por la que no voy a hablar", dice la alemana. Una amiga íntima de ella consultada por la revista asegura que, efectivamente, está asustada por ella y sus hijos.

Durante las últimas semanas han tratado de abrir la cerradura de su oficina en Mónaco, teme que la estén siguiendo y además ha recibido mensajes anónimos recordándole el caso de Lady Di. Habría llegado a actualizar su testamento y poner sus documentos en un lugar seguro y a disposición de sus abogados.

Ese miedo podría haber espoleado a Corinna a hablar como lo ha hecho en la prensa española, por mucho que ella diga que prefiere guardar silencio. Una persona próxima a la princesa dice que "[Diego] Torres es el responsable de que su nombre apareciera. Pero Urdangarín lo es de que haya hablado". Ella esperaba que el duque o Zarzuela hicieran una declaración que la sacara de la ecuación de Nóos

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