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Las amistades peligrosas de la reina de Coca Cola

Chic confirma que los supuestos problemas entre Sol Daurella y su marido, el influyente Carles Vilarrubí, son de dominio público.

Chic confirma que los supuestos problemas entre Sol Daurella y su marido, el influyente Carles Vilarrubí, son de dominio público.
(De izquierda a derecha y de arriba abajo) Sol Daurella, Sandro Rosell, acto con Iñaki Urdangarin, Carles Vilarrubí y Jordi Pujol, junto a su hijo.

Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola Iberian Partners SA, ha ocupado numerosas portadas de prensa durante este arranque de 2014. El plan formulado por el socio español de Coca-Cola, la embotelladora Iberian Partners, para cerrar cuatro de sus plantas ha desatado la polémica y múltiples protestas. También desde el ámbito político. Sin ir más lejos, el secretario de Formación del PSOE y portavoz socialista de Fomento en el Congreso, Rafael Simancas, pidió el boicot a Coca-Cola asegurando por Twitter que los diputados de su partido no consumirían el tradicional refresco hasta que no se garantizase el mantenimiento de los 1.250 puestos de trabajo amenazados.

Daurella es una mujer de negocios que actualmente copreside el grupo de batidos de cacao, Cacaolat, además de presidir Cobega, el Teatro Nacional de Catalunya y la embotelladora de Coca-Cola, Iberian Partners. Además, Sol Daurella es administradora única de la gestora de empresas Begindau, la aceitera Daulivo y la empresa inmobiliaria Daurin. Por otro lado, participa en los consejos de Acciona, Equatorial Coca Cola Bottling Company, Ebro Foods y Banco Sabadell.

Es la única hija de José Daurella Franco y forma parte de la tercera generación del grupo familiar. En Cobega comparte la dirección con Mario Rotllant y con Alfonso Líbano Daurella, ambos también consejeros delegados.

Según figura en los archivos de Einforma, en el currículum de Daurella encontramos que es socia de la conservera Copesco and Sefris, la SICAV Surfup; y apoderada de los manantiales Aguas Vilas de Turbon, las inmobiliarias Grupo D West Africa y Solinbar; también apodera la empresa de máquinas de vending Roalba, la compañía de publicidad y relaciones públicas CVC Grupo Consejeros y la agencia especializada en eventos deportivos, CVC Sports.

Toda una mujer de negocios que se casó con uno de los empresarios más influyentes del momento. Actual vicepresidente institucional del Fútbol Club Barcelona, Carles Vilarrubí representa al empresario catalán que hizo fortuna a la sombra de los Pujol. Comenzó con esta dinastía desde las primeras campañas electorales de Jordi Pujol, a quien Vilarrubí servía de chófer en su Seat 127.

Su relación con los Pujol granjeó a Vilarrubí la posibilidad de acceder a la secretaría general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (que termina siendo TV3) y a la dirección de Cataluña Radio. Más tarde lo colocan al frente de la Entidad Autónoma de Juegos y Apuestas. También fue nombrado consejero delegado de Tibi Gardens (lo que terminó convirtiéndose en Port Aventura).

Entre sus amistades, destaca la de Javier de la Rosa y la del hijo del expresidente de la Generalidad, Jordi Pujol Ferrusola. Con éste último llegó a participar en una carrera de las 24 horas de Le Mans con un Porsche Carrera 6 en la escudería Team Cat -tal y como cuenta Xavier Horcajo en La Pasta Nostra (Sekotia). En el proyecto de Tibi Garden, Vilarrubí hizo de espía del presidente Pujol y llegó a negarse a desviar fondos destinados para el parque al holding de Javier de la Rosa, Quail España.

En La Seda de Barcelona, donde también ocupó un cargo de responsabilidad, coincidió con Rafael Español y con Artur Mas. Pero su verdadero ascenso llegó en 1996, al mismo tiempo que se producen los Pactos del Majestic entre Aznar y Pujol. Fue entonces cuando las puertas de los consejos de Telefónica, Antena 3 TV y la consultora Rothschild se abrieron para el joven Vilarrubí.

Más tarde se casa con la empresaria Sol Daurella Comadrán. Fue entonces cuando se muda a un palacete en el conocido barrio de Pedralbes, en Barcelona. Entonces, Vilarrubí consigue la influencia en el Barça que tanto había deseado y tomó parte en los negocios de patrocinios deportivos de la mano de Joan Cuscó. Uno de esos negocios fue la organización -con Iñaki Urdangarín de estandarte- de los campeonatos internacionales de hípica.

En Motor Press Ibérica -que presidía su amigo Joan Cuscó, y en cuyo consejo de administración figuraba el duque de Palma- Vilarrubí coincidió con José Luis Samaranch -sobrino del que fuera presidente del COI-. Aquí arranca la prolongada carrera de Vilarrubí en el mundo de la organización de eventos deportivos. Los organizó con Cuscó y Urdangarín. Y lo sigue haciendo con el marido de la presidenta del PP vasco Arantza Quiroga, Álvaro Arrieta Konyay en Oxer Sport SL. Pruebas de la fluida relación entre Vilarrubi, Urdangarin o Cuscó queda recogida en el caso Babel sobre el Instituto Nóos y Aizoon. En una relación de correos electrónicos, figura al menos uno del duque de Palma enviado, entre otros, al marido de Daurella.

¿Ruptura o feliz pareja?

Considerada la mujer más poderosa de Cataluña, Sol Daurella forma, junto a su marido Carles, una de las parejas más influyentes y adineradas de la comunidad autónoma. Tanto es así, que en 2012 fueron los anfitriones de la cena privada previa al FC Barcelona-Real Madrid de abril de ese año a la que asistieron Sandro Rosell y Florentino Pérez, según contó El Confidencial.

Precisamente, estos días Carles Vilarrubí afronta la investigación en el FC Barcelona por el fichaje de Neymar. Recientemente, ha declarado, sobre el cambio de cúpula en el club, que "no dimití, no es exacto. Hablé con el nuevo presidente sobre mi continuidad". El vicepresidente admite que su "presencia en la junta era, básicamente, por Sandro Rosell" y con su dimisión se presentaba un nuevo escenario.

Precisamente, en los últimos meses han aparecido rumores de ruptura en la feliz pareja. Aireado por algunos confidenciales como El Triangle, fuentes consultadas por Chic afirman que los problemas por los que atraviesa la pareja son de sobra conocidos entre quienes más los tratan. Pese a que algunos dan por hecho el fin de la convivencia, las fuentes consultadas indican que aún existe cierto contacto entre ambos, aunque llevan ya sus vidas separadas. De momento no habrían formalizado el divorcio. Otras fuentes, en cambio, insisten en que la pareja sigue compartiendo el domicilio familiar, aunque no entran a valorar si Carles y Sol mantienen los problemas sentimentales que otros airean.

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