Menú

El hermetismo absoluto que rodea a Lina Morgan

Durante este último año, la actriz Lina Morgan ha sobrellevado su enfermedad en casa.

Durante este último año, la actriz Lina Morgan ha sobrellevado su enfermedad en casa.
Lina Morgan | Cordon Press

Lina Morgan salió de la UCI del hospital madrileño Beata María Ana de Jesús el 26 de agosto del pasado año tras pasar en él cerca de un año. Sin conocerse oficialmente su enfermedad por la discreción que han mantenido los allegados de la artista, el origen de su internamiento fue a causa de una severa neumonía. Desde aquella fecha, poco más de nueve meses, quien tanto nos hizo reír con su inigualable comicidad en sus espectáculos revisteriles, ha descansado en su domicilio, cercano al madrileño Parque del Retiro, una casa lujosa y confortable, sin haber pisado de nuevo las calles de su ciudad natal.

Nunca dejaba pasar, por ejemplo, las festividades de la Virgen de la Paloma, cuya iglesia está situada en el barrio en que vivió de niña, o la de San Isidro, el patrón. Porque es mujer devota. Una de las escasas personas que han podido visitarla en los últimos meses es el padre Ángel, responsable de Mensajeros de la Paz. Lina es dadivosa, y calladamente ha ayudado a aquellas organizaciones religiosas que velan por los necesitados. Pero ello se sabe por algunas personas cercanas a la actriz: ésta jamás se ha referido a sus donaciones.

Al infortunio de su salud quebradiza de los últimos tiempos se unió la muerte de su hermana Julia, el 22 de diciembre de 2012, a la que sigue recordando con cariño, pues fue la inseparable compañera de su vida, la que recogía sus confidencias, una especie de permanente secretaria. Recuerdo haber llamado por teléfono a la actriz en algunas ocasiones, y era Julia quien respondía a la llamada siempre.

Desde que sobrelleva su enfermedad crónica, Lina Morgan es atendida diariamente por su médico de cabecera, por tres enfermeras que se turnan y no la dejan un momento sola. En su domicilio está la fiel Loli, quien lleva treinta y cinco años como asistente interna con ella, al frente de las faenas caseras. Luego está su chófer Abelardo, quien desgraciadamente ya no puede llevarla en su coche, esperando que Lina pueda un día reclamar sus servicios, lo que no es óbice para que vaya a menudo a interesarse por su salud, no en vano la conoce desde hace cuatro décadas. Y en ese círculo cerrado de acompañantes de Lina, citemos al esposo de la antes mentada Loli, Daniel Pontes, quien es el portavoz en los últimos tiempos de la estrella, cuando en escasísimas ocasiones ha facilitado a los periodistas algún detalle sobre la evolución de la salud de ésta. Siempre discretísimo.

Entró en casa de Lina al servicio del hermano, José Luis López Segovia, en calidad de chófer. Llevaba también a la madre en el automóvil. Cuando ambos fallecieron, Daniel se encargó de los desplazamientos de Julia, la hermana. Ya fallecida es cuando fue encargado de oficiar de secretario, hombre de confianza, acompañante asiduo de Lina Morgan. Y algo más: administrar sus bienes, ejercer de representante suyo. Sustituyó en 2006 en esos dos cargos a Ángel Gutiérrez, a quien Lina despidió "por falta de confianza" después de permanecer a su lado cuarenta años.

Mucho se ha especulado sobre el patrimonio de la artista, barajándose la cifra de diez millones de euros. Sépase por ejemplo que el teatro de La Latina, que era de su propiedad, lo vendió Lina por valor de siete millones y medio de euros. Por cierto: parece ser que en el contrato de venta quedó especulado que ella dispondría de por vida de uno de los palcos de dicho coliseo. El piso en el que vive, cercano al de la Infanta doña Elena en el barrio del Niño Jesús, podría valer como mínimo millón y medio. Y a ello habría que agregar su valiosa colección de joyas, vestidos, abrigos de pieles… Esos bienes se ignora quiénes podrán heredarlos en su día, pues no se conoce familiar alguno, salvo un despabilado que asegura ser su sobrino, y quien según se ha dicho remoloneaba de vez en cuando en torno a la clínica donde permanecía Lina. De momento, felizmente, la gran estrella de la revista musical sigue en su casa, pese a alarmantes rumores que en torno a su salud circularon en el pasado fin de semana. Lina Morgan celebró el pasado 20 de marzo en la intimidad sus setenta y ocho años cumplidos.

Temas

En Chic

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal