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¿Qué fue de Bo Derek, 'La mujer 10'?

Fue el sex symbol de los años 80. Alcanzó la fama por su interpretación el 10, la mujer perfecta.

Fue el sex symbol de los años 80. Alcanzó la fama por su interpretación el 10, la mujer perfecta.
Bo Derek | Cordon Press

Me entero del reciente estreno en los Estados Unidos de Sharknado 3, una saga cinematográfica con argumento terrorífico y elementos de desastre y destrucción. Su protagonista femenina es Bo Derek. Considerada de serie B por la crítica, la nueva entrega sitúa a la actriz en un paraje costero huyendo de una invasión de feroces tiburones hambrientos en tanto se suceden alarmantes tornados. La serie, considerando que ya se han dado a conocer tres partes, ha obtenido buena respuesta en taquilla. Lo que ignoramos es si llegará a las pantallas españolas. A Bo Derek se la recuerda, sobre todo, por haber sido la estrella hace treinta y cinco años de un filme que, aunque de poca consistencia, tuvo una considerable publicidad: 10, la mujer perfecta. Compartía reparto junto a Dudley Moore, un actor de breve estatura con buenos registros cómicos, y una ya veterana Julie Andrews. Los responsables de la productora y el propio marido de Bo Derek se esforzaron por divulgar imágenes y comentarios sobre la joven actriz magnificando su físico, relacionándola con esa puntuación del título del filme. Una mujer 10 significaba, lógicamente, estar muy por encima de la media femenina. Sobresaliente. Perfecta. Con atributos excepcionales. Y por un tiempo, los españoles, tan dados a repetir tópicos y eslóganes, aplicábamos esa numeración a la primera hembra que nos hiciera caso.

La verdad era que, físicamente, Bo Derek en persona no era para tanto. Y lo digo con la mayor objetividad posible, teniendo en cuenta que la tuve cerca de mí en un par de ocasiones: cuando en septiembre de 1981 me recibió en la suite de un hotel madrileño y unos años después al compartir a su vera un almuerzo en Casa Lucio al que se sumó Ana Obregón, que había trabajado con ella en la película Bolero, título para olvidar. Aquella espectacular Mujer 10 de la gran pantalla resulta que medía un metro y cincuenta y cinco centímetros y pesaba cuarenta y siete kilos. Eso sí, muy bien proporcionada. De ojos claros y cabellos rubios. Sosita, poco locuaz. Me costaría arrancarle alguna confesión interesante. Pero para ese menester, en el primero de esos encuentros se hallaba presente su descubridor y marido, el mediocre actor y director John Derek, que le había cedido su apellido no sólo a efectos matrimoniales, sino también artísticos. Porque ella se llama en realidad Mary Cathleen Collins, nacida en Long Beach, California, el 20 de noviembre de 1956. Se conocieron cuando a sus dieciséis años y él llevándole más de treinta quería triunfar como modelo. John Derek la convirtió en actriz de películas eróticas, se enamoró de ella locamente y como al ser menor de edad tenían problemas legales para su convivencia, tuvieron que establecerse unas temporadas en México hasta que alcanzando Bo los veinte años en 1976 pudieron casarse sin dificultades. Las películas de la pareja –ella como protagonista y él como director y productor- eran de ínfima calidad pero, aprovechando "el tirón" obtenido por Bo Derek con 10, la mujer perfecta, funcionaron comercialmente, entre ellas Tarzán, el hombre mono. Fue premiada con un Razzie, el anti-Óscar, como una de las peores actrices del siglo. Cuando le mencioné ese galardón, me respondió: "Siempre es un cumplido estar en una lista".

En varias ocasiones posó desnuda para Playboy. Las fotos se las hacía su esposo. Por ello y por sus apariciones cinematográficas en pelota picada la revista People la denominó Campeona del desnudo femenino y al preguntarle si ello la halagaba, obtuve esta confesión: "Esa publicación y yo no nos llevamos nada bien. Es muy posible que hayan querido gastar una broma a costa mía". En ese instante de la conversación, John Derek metió baza (lo que haría continuamente durante mi entrevista) para explicarme: "Cuando yo estaba casado con Ursula Andress, People ya nos gastaba pullas a los dos, al punto de que a mi mujer la citaban con el apellido "Andrés". ¿Es usted una especie de padre para Bo?, le solté. A lo que John replicó: "No, ni lo pretendo a pesar de los treinta años de diferencia. Sólo quiero que triunfe en el cine. La hija que tuve en mi primer matrimonio me dice que soy un mal padre".

Bo Derek no tenía mucha afición al cine y me confesaría su deseo de rodar cuatro o cinco películas más y retirarse. Pero no lo hizo. Y en España filmó Bolero, que ya hemos citado. Resultó un rotundo fracaso. Allí, empero, hizo gala de lo bien que monta a caballo. En su rancho californiano dispone de una magnífica cuadra; algunos de los ejemplares que posee son de ascendencia andaluza. Hace pocos años asistió invitada a la Feria del Caballo que anualmente se celebra en Sevilla a primeros de año. Fallecido John Derek, de quien se había separado, nunca volvería a casarse, pero en la actualidad convive con John Corbett, el seductor de la serie Sexo en Nueva York, cuatro años menor que ella. Llevan trece años juntos y sin intención de pasar por la vicaría o los juzgados.

Bo Derek | Cordon Press

Probablemente Bo Derek no pasará a la historia del cine como actriz a tener en cuenta, pero su nombre no se ha borrado del todo en la memoria de quienes la siguen recordando como La mujer 10.

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