Rocío Monasterio salió al paso de la información publicada por El País que asegura que el presentador Arturo Valls la ha demandado por su trabajo en un loft en el año 2005 en el que su estudio debía convertir un local comercial en vivienda. Antes de que comience el juicio, que se celebrará dentro de un año, Monasterio quiso dar su versión de este tema en Twitter. "Anda... un progre que manda a su mánager a que compre un local comercial a nombre de una sociedad, se evita el ITP, recupera el IVA, se desgrava el coste de la obra, y lo alquila a terceros durante años, pero resulta que quería una vivienda... y 15 años más tarde, ¡ahora caigo!", escribió horas después de que la denuncia saliera a la luz.
Anda... un progre que manda a su manager a q compre un local comercial a nombre de una sociedad, se evita el ITP, recupera el IVA, se desgrava el coste de la obra, y lo alquila a terceros durante años, pero resulta que quería una vivienda... y 15 años más tarde, ¡ahora caigo! a href="https://t.co/fvD1FwVShK">pic.twitter.com/fvD1FwVShK
— Rocio Monasterio (@monasterioR) November 22, 2019
Arturo Valls buscaba un piso en Madrid en el año 2005, por lo que contactó con el estudio Rocío Monasterio y Asociados, que supuestamente le recomendó adquirir el inmueble de la polémica. Tanto Monasterio como su marido, el también líder de Vox Iván Espinosa de los Monteros, ofrecieron la posibilidad de convertir en vivienda un bajo comercial de la calle Rodas, en el barrio de Lavapiés.
El local consta de cien metros cuadrados del que, según le aseguró el estudio, podía tramitarse un cambio de uso. El visado se produjo en junio de ese año a nombre de una colegiada que trabajaba en el estudio de Monasterio, informa el diario. En dos de los planos, es Monasterio en persona quien firma de puño y letra el membrete del estudio, aunque hasta el año 2009 no se convirtió en arquitecta.
El trámite de la licencia se anuló tres años después al no haberse aportado "en el plazo concedido" la "documentación preceptiva" para las obras del local, que previamente Arturo Valls ya había adquirido. Más tarde se pidieron licencias para cambiar el uso de local a vivienda, pero de nuevo se desentendieron de los procedimientos municipales y acabaron siendo archivadas por desistimiento en 2008, 2011 y 2018. Las obras avanzaron sin los permisos necesarios.
En la actualidad, según El País, el inmueble sigue catalogado como local comercial, no como vivienda, pese a que la web del estudio aseguraba que no lo es. No obstante, esta información fue borrada de la red la semana pasada, después de que Arturo Valls presentase la demanda. Según el citado diario, el juicio civil se añade a anteriores denuncias (hasta nueve casos desvelados) que afectan a la labor de Monasterio, con obras realizadas sin ninguna licencia y antes de que obtuviera el título oficial de arquitecto.