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Álex González y María Pedraza viven juntos desde hace meses

Los actores María Pedraza y Álex González consolidan su relación a grandes pasos.

Los actores María Pedraza y Álex González consolidan su relación a grandes pasos.
María Pedraza y Álex González. | Gtres

A la chita callando, siempre lo más discreto posible "para no dar trabajo a los paparazzi", Alex González continúa agregando a su agenda sentimental nuevas conquistas; la última, María Pedraza. Ya tienen su nidito de amor: un piso de alrededor de doscientos metros cuadrados en una urbanización privada a las afueras de Madrid, que les ha costado poco más de un millón de euros. ¿Pagados por él? Eso importa poco. El amor está por encima de esas minucias, que diría un cursi.

¿Cuándo se conocieron? ¿En qué lugar se enamoró de ti, María Pedraza, si se nos permite parafrasear a José Luís Perales? Fue en los mismos estudios de rodaje de Toy Boy 2, la secuela en la que ambos coincidieron, en mayo de 2021. Alex se quedó prendado de ella. Flechazo al canto, Cupido en acción. Y se enrollaron… En el Festival de Málaga se estrenó la serie, ambos acudieron al evento, pero por separados, actitud luego repetida en septiembre en un cine madrileño. Y cuando fueron a otro estreno, el de la película de María, Ego, en noviembre de 2021 en el madrileño cine Capitol, también huían de los fotógrafos, para proteger su hasta entonces ignorada situación sentimental.

De Alex González repasaremos algunos momentos de su vida profesional e íntima. Antes sepan al menos unos breves datos sobre María Pedraza, madrileña de veintiseis años (él tiene cuarenta y uno, diferencia que por supuesto nada les importa). Su golpe de fortuna artística fue cuando protagonizó Élite, en 2018, una serie de Netfix, y luego La casa de papel. Dos pelotazos, como suele decirse en estos casos, cuando un actor encuentra la plataforma para darse a conocer tras interpretar pequeños papeles sin relevancia. Ya lanzada entre esas jóvenes atractivas que reclaman productores y directores, María Pedraza tiene pendiente en abril el estreno de la película Las niñas de cristal donde precisamente encarna a una bailarina, que es lo que ella era cuando tras lesionarse vio frustradas sus aspiraciones de convertirse en una estrella de la danza. En ese trance su madre la aconsejó que estudiara arte dramático y así olvidaría ese dramático pasado para ser actriz. Y bien que le ha salido la jugada.

Nada más iniciar su íntima amistad con María, Alex González se propuso ilusionarla con varios viajes, donde pudieron dar rienda suelta a su pasión amorosa. Estuvieron el pasado verano en Ibiza, procurando no ser objetivo de los reporteros. Luego marcharon a Italia, asistiendo a la Semana de la Moda en Milán. Seguidamente se plantaron en París y, como dos infantes, disfrutaron de las fantásticas instalaciones de Disneyland. No estuvo mal ese programa turístico veraniego para afianzar su relación. Llegado el invierno fueron a Baqueira Beret, a practicar naturalmente esquí y otras cosas. Asistieron poco después al Festival Internacional de Cine del Mar Rojo, en Arabia Saudí. Y llegado el mes de enero de este año se dieron otro homenaje en las islas Maldivas, cuando ya su noviazgo empezaba a ser conocido por los lectores de las revistas rosas.

Hasta que no conoció a Alex, María Pedraza tuvo los novietes de rigor en una joven de su edad. Se la relacionó con el campeón de moto GP Marc Márquez. También con un tal Jaime Lorente. En ese tiempo, Alex González flirteaba con la diseñadora Blanca Rodríguez. Atrás, el galán dejaba una densa lista de amantes.

Augusto Alejandro José González, madrileño que en sus años juveniles no pensaba ni remotamente dedicarse a su actual profesión, tuvo un grave accidente de moto, con diecinueve años, cuando viajaba con uno de sus tempranos ligues. Estuvo a punto de perder un brazo. Por esa época fue un día al cine, a ver una película de Javier Bardem, Antes de que anochezca. Lo admiraba tanto que se matriculó en la misma escuela de interpretación de éste, la que dirigía Juan Carlos Corazza. Con el paso del tiempo, Alex y Javier se hicieron amigos y rodaron juntos "Alacrán enamorado". Allí, en una de las pausas, aquél le contó la anécdota que hemos relatado.

Los romances de Alex González darían para un montón de páginas, si supiéramos del todo los intríngulis que vivió con sus múltiples parejas. Únicamente conocemos pequeños detalles, nombres de las mujeres que conquistó. Por ejemplo, Chenoa, que tras ser abandonada por David Bisbal se consoló con los arrechuchos que Alex le proporcionó, superando gracias a él la depresión causada por el "¡ahí te quedas!" de su colega almeriense. Alex prosiguió sus idilios: unos meses con la presentadora de El Intermedio, Beatriz Montañez. Se fue a Hollywood, rodaría allí alguna serie, y de paso intimó con la hermana de Penélope, Mónica Cruz. Un año de amor americano. La que fuera novia de Alejandro Lecquio, el infortunado hijo de Ana Obregón, Andrea Guasch, fue la siguiente enamorada de Alex González, que después tuvo a la actriz Olivia Munn entre sus brazos. Más consistente fue su convivencia con Adriana Ugarte, a la que conoció en el rodaje de La Señora, pero rompieron en 2014. Sin citarles la cronología, anotemos estos otros nombres de mujeres con quienes estuvo relacionado el guapo actor: Marta Torné, Alyson Eckmann, Carolina Lapausa, Hiba Abouk (su compañera en El Príncipe, la serie que lo catapultó), una estudiante sevillana llamada Sandra Silvianes, su entrenadora Amaya Méndez, Carmen Jordá (piloto de Fórmula 1), la diseñadora Blanca Bleis, su propia representante Laura Díez-Romeral… Sinceramente, Alex González ganaría un concurso de seductores. Y a pesar de la dedicación que presta a sus acompañantes y al constante ritmo de trabajo que lleva, tiene tiempo para tocar de vez en cuando la batería, que le chifla, o practicar boxeo en un gimnasio, tan aficionado como es al deporte de las doce cuerdas.

Dada la musculatura de Alex González, pues es "un tío macizo", ha sido de vez en cuando tentado para mostrar su cuerpo serrano. Pero él tiene mucho pudor y se ha negado siempre a ese exhibicionismo. No obstante, no hace mucho tuvo que rodar una escena sin ropa, teniendo sumo cuidado para que no lo filmaran de frente mostrando sus partes pudendas. Pero, tenía que agacharse, lo hizo dando la espalda a la cámara… ¡y se le vio todo! Como la productora no quería que esa escena tuviera connotaciones eróticas, suprimieron la imagen de marras, utilizando en el montaje técnicas modernas "para reconstruirle los testículos". Se entiende que la frase no es literal, sino puramente cinematográfica.

El pasado 25 de febrero se estrenó la serie de AmazonPrime Operación Marea Negra, cuyo argumento está basado parcialmente en la existencia del primer narcosubmarino interceptado en Europa. Cuatro episodios en los que Nando, su personaje, joven gallego, campeón de boxeo amateur, marino experto pero sin recursos económicos, decide ganarse la vida en turbios asuntos de tráfico de drogas. De nuevo Alex González intervenía en una serie como Vivir sin permiso, con diferente tema, pero asociado al mundo del narcotráfico. La novedad para el popular actor es que, descartadas las secuencias en un estudio, pasó muchas horas en un auténtico submarino. No pudo librarse, aunque hizo de tripas corazón, de la angustia que le causó estar tanto tiempo bajo las aguas, a veces ¡doce horas por jornada! Claustrofobia se llama ese síntoma, que le desaparecía al retornar a tierra firme. Lo que los telespectadores ignoran al ver la serie. Ahí es cuando, como en tantas otras ocasiones, el verdadero actor sabe comportarse, y no posando en los "photo call" con sonrisas de conejo.

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