
Loli Pozo, la quiosquera de 82 años a la que Isabel Pantoja debe 76.000 euros, "los ahorros de toda una vida", ha recibido la visita de Isa Pantoja. La hija de la tonadillera visitó a la ex amiga de su madre para "ver cómo estaba" y saludarla, ya que cuando era pequeña pasó "buenos momentos a su lado". De hecho, Loli llegó a cuidarla en numerosas ocasiones durante su infancia cuando los compromisos de la cantante le impedían estar con la pequeña.
"Yo soy muy agradecida con la gente que se ha portado bien conmigo. Y tanto a ella como a otras personas le tengo mucho aprecio y cariño. A mí no se me olvidan las cosas que han hecho por mí", confesó la hija de la tonadillera sobre su visita al domicilio de Loli. "Pasé por su puerta cuando estuvimos en Triana a ver a Albertito que era nazareno en la procesión de la Macarena. Soy incapaz de pasar por la puerta de Loli y no bajarme a saludarla y así lo hice".
La quiosquera, por su parte, se mostró agradecida con la visita y le regaló varios cuadros de la artista que estaban colgados en su casa: "No quiero que nadie más los tenga que ella", confesó Loli. "Tenía ganas de verme, hacía mucho tiempo que no la veía. Yo la quiero mucho. La he criado junto con Dulce. Yo me iba allí, a Cantora, durante temporadas", explicó.
La examiga de Isabel Pantoja definió el reencuentro como "cercano, amable" aunque evitaron entrar en temas espinosos relacionados con la deuda: "Como es su madre no he querido sacar el tema. Ni ella lo saca ni yo lo intento sacar tampoco". A pesar de la alegría que supuso la visita, Loli confesó que está "rota de pena" y tiene "los ojos secos de tanto llorar" debido al desengaño "tan grande" que se ha llevado con Pantoja.
Hay que recordar que Loli Pozo fue una de las personas que prestó dinero a Isabel Pantoja en el año 2014 antes de su ingreso en la prisión de Alcalá de Guadaira, donde cumplió sentencia por su implicación en el caso Malaya: "Me debe 76.000 euros. Hubo un acto de conciliación y ni se presentó". En marzo de 2021, Isabel Pantoja estaba citada para ir al Juzgado de Instrucción número 1 de Chiclana, pero no se presentó al acto de conciliación para asumir la deuda que tiene con Loli ante la justicia. La octogenaria no daba crédito al desplante de la que en su día creyó era su amiga: "Yo era de su familia. Teníamos más de 45 años de amistad".


