
María Navarro, madre de la actriz Lola Dueñas, la que fuera representante durante más de dos décadas de Isabel Pantoja, falleció el pasado 13 de abril en una residencia de Aravaca en Madrid después de una larga enfermedad, tal y como contó en exclusiva este viernes Chelo García-Cortés. Representante de la tonadillera durante sus años de relación con Julián Muñoz, María conoció a la artista a través de la locutora Encarna Sánchez, ya que trabajaba en el programa de radio y fue esta la que la recomendó para encargarse de sus asuntos laborales.
Siempre discreta y fiel a su representada, María Navarro entabló una gran relación de amistad con Isabel Pantoja, acompañándola en cada una de sus movimientos y convirtiéndose en su guardiana y confidente. Una relación que, al igual que otra muchas a la lo largo de la vida de la tonadillera, acabó el mismo año que fue condenada a 24 meses de prisión por el caso Malaya, cuando María decidió dejar su trabajo para cuidar de su hija Ana, aquejada de una larga enfermedad y que perdió la vida a los cincuenta años en el 2016.
Tras el final de su relación laboral, la amistad acabó, así como la confianza que había entre ella. No obstante, María Navarro nunca traicionó a su antigua amiga y representada y jamás hizo público ningún capítulo que vivieron juntas a pesar de haber sido testigo de los episodios más polémicos de la vida de Pantoja en Marbella.
Casada con el también actor Nicolás Dueñas, recordado por su papel en la serie Aquí no hay quién viva, quedó viuda en el año 2019 tras el fallecimiento de su marido a los 78 años. Junto a él tuvo dos hijas, Ana, y Lola Dueñas, esta última se ha convertido en una de las mejores actrices de nuestro país. Poco después le diagnosticaron Alzhéimer, motivo por el que ingresó en una residencia de Aravaca donde estuvo atendida las 24 horas hasta el momento de su fallecimiento pasado 13 de abril. Una muerte que la familia llevó con discreción y que no se ha hecho pública hasta ahora.


