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Beyoncé, semidesnuda en la portada de su último disco

"Renaissance" es el título del ultimo y atrevido trabajo de Beyoncé.

"Renaissance" es el título del ultimo y atrevido trabajo de Beyoncé.
Beyoncé en Renaissance | Instagram

En julio apareció el último disco de Beyoncé, "Renaissance", en cuya portada se exhibía casi en cueros, "a lo lady Godiva", montada sobre un caballo de "atrezzo", lo que nos hizo recordar aquella aparición en 1977 de Bianca, la ex de Mick Jagger, el día de su cumpleaños, montada en un equino auténtico sobre la pista de la entonces de moda discoteca Studio 54, de Nueva York. Beyoncé, que no suele copiar a nadie, quiso mostrar en la cubierta de su álbum, de esa misma manera, sus rotundas curvas que la convirtieron ya hace tiempo en un "sex symbol" musical. Cumplió cuarenta y dos años en el último septiembre y sigue estando de "toma pan y moja". Los cronistas de medio mundo han coincidido en describirla como "sexy, seductora y provocativa". Lleva casada veinticuatro años con el rapero Jay-Z, con quien tiene tres hijas. Continúa siendo la artista negra de la canción más cotizada. Con su marido forma la pareja de oro en el mundo del espectáculo norteamericano, pero en Europa, aunque sobradamente conocida, apenas se ha estrenado en sus "shows" espectaculares. Lo curioso es que no siendo una estrella que haya pisado escenarios internacionales, se la admire por sus canciones, sus vídeos, sus espectáculos televisivos. No vende tantos discos como otras colegas, no aparece en la listas de éxitos en los números 1. Sin embargo, nadie en los Estados Unidos rebate su categoría. Es, para el público norteamericano, ahora mismo, "la más grande". Y desde allí se expanden los ecos de esa innegable notoriedad.

En tales aparentes contradicciones resulta que ese antes mentado último álbum, "Renaissance", con piezas discotequeras y de estilo "house", tampoco ha tenido demasiado recorrido en las tiendas de discos; se ha vendido mucho menos de lo que esperaba su productora. Y eso, como comentábamos, que en su portada se exhibía casi en porretas. Claro está que a estas alturas ya eso sorprende poco. Lo importante es que en sus espectáculos muestra la potencia de su voz de mezzosoprano, su variado repertorio de R&B, pop-rock, soul, hip-hop…Una diva que electriza a su parroquia de seguidores.

Beyoncé Giselle Knoules es natural de Houston, Texas. Fue su padre quien, muy interesado, la empujó a cantar, formando parte de un grupo femenino de R&B. Como vocalista de "Destiny Child" consiguió ir destacando entre tantos grupos de color que existen en Estados Unidos interpretando jazz y sus derivados. Ya como solista, fue aumentando su popularidad, influenciada por la personalidad de Michael Jackson, su ídolos, lo mismo que siempre admiró las voces de Diana Ross, Tina Turner, Whitney Houston, Donna Summer, Prince...La capacidad de su garganta se complementa con la puesta en escena de sus espectáculos, donde sus vestidos llaman en seguida la atención. Ella misma ha diseñado buena parte de su vestuario. Pero no cabe duda que su físico crea siempre enorme sensación, con la sensualidad de sus movimientos.

Sus canciones hablan siempre por lo general de conflictos amorosos, de historias matrimoniales, de cuestiones en las que defiende a la mujer como constante propulsora del feminismo. Ha recurrido a menudo a crear un personaje al que identificó como Sasha Fierce. Es su "alter ego". Le sirve para disfrazarse, expresar sensaciones como si ella fuera otra. Suele decir en algunas entrevistas que la Beyoncé estrella nada tiene que ver con la que luego es en casa, en su hogar, nada aparatosa ni exhibicionista. Lejos de cómo la ven en sus "shows".

Sufrió mucho cuando un novio la dejó después de convivir con él seis años. Lo que la arrojó a un triste periodo: no quería salir a la calle, ni comer, entre llantos y lamentos depresivos. El rapero Jay-Z fue quien ocupó más tarde su corazón tras coincidir en un mismo espectáculo. Ella no había pensado nunca casarse: temía perder la ilusión e independencia si lo hacía. Pero acabó celebrando con aquel su boda en Nueva York el 4 de abril de 2008. Siempre ha estado enamorada de Jay-Z, que la ha ayudado en su carrera. Hasta llegó a perdonarle una infidelidad, al parecer, con una hermana de ella, Solagne. Parece que en la canción "Cozy", de su reciente álbum, roza esa historia. Vibran sus "fans" mientras la escuchan y danzan en las pistas de baile. Y hasta para los niños prestó su poderosa voz en la banda sonora de "El rey león". Una diosa del pop de nuestro tiempo, subida en un trono que le disputan no pocas ambiciosas estrellas también. Pero ella es única y, hoy por hoy, imbatible.

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