
Antonio Resines ha concedido una de sus entrevistas más personales después de vivir los meses más convulsos de su vida tras contagiarse de coronavirus y estar ingresado en el hospital durante semanas. El actor fue uno de los invitados al programa Joaquín, el novato, el programa de Joaquín Sánchez en Antena 3, donde además de hablar de su carrera y de los entresijos de la profesión, también compartió aspectos de su vida más íntima como la relación que mantiene su con Ricardo, su único hijo, por el que aseguró sentir una gran admiración.
Ricardo Fernández de Mateo fue fruto de la relación del actor con Marisol Mateo, entonces profesora de EGB, en los años ochenta. Aunque Resines nunca ha dado demasiados detalles sobre esta relación se sabe que se casaron en el año 1981 y dos años después de su boda llegó Ricardo. La separación se produjo en el año 1992 y ambos llegaron al acuerdo de que lo mejor era que el niño se criase con su padre: "Cuando me separé mi hijo tenía ocho años y se vino conmigo hasta que ya de mayor se fue de casa", explicó.
El hijo de Antonio Resines ha seguido los pasos de su padre y también se dedica al mundo del cine, aunque en su caso, trabaja detrás de las cámaras: "Es segundo de dirección. La primera vez que trabajamos juntos dijo 'acción papá' y yo gritándole 'que te he dicho que me llames Antonio (…) El apellido no le ha marcado nada, de hecho él nunca lo dice. Nunca ha trabajado porque fuese hijo mío. Ha sido un currito. Empezó poniendo cafés y desde abajo y al final, ha aprendido el oficio. Si no funcionas aquí no te llaman".
Aunque padre e hijo mantienen una magnífica relación, Ricardo siempre ha querido desligarse de la fama de su padre, tanto es así, que nunca ha utilizado el apellido Resines y prefirió mantener el Fernández, primer apellido de su padre.
El amor de su vida
El actor de Los Serrano también habló sobre "el gran amor de su vida": su mujer Ana Pérez Lorente, que junto a su hijo, han sido sus dos grandes apoyos durante su ingreso por coronavirus: "Me casé con ella en el año 2020 pero nos conocemos desde hace treinta años. Hace diez años decidimos vivir junto y ya soy un hombre casado. Ella también trabaja en este, pero en su caso en el mundo de la producción (…) He sentado por fin el cabezón este que tengo. Antes era como más zascandil, pero no lo echo de menos. Si quieres a la persona, es un estado estupendo. Estoy muy contento. A efectos prácticos, es mejor estar casado que arrejuntado".
Ana Pérez Lorente llegó a la vida del actor en el año 1992, justo después de la separación de la madre de su hijo. Durante estos treinta años han mantenido una discreta relación que ha tenido sus idas y venidas, aunque no se han separado desde hace una década: "No echo de menos nada, he sentado la cabeza y soy un hombre feliz".


