No se esperaba la asistencia de Sánchez, siendo la primera vez que un presidente del Gobierno acude a la MBFW. Llegaron rodeados por un fuerte dispositivo de seguridad y entraron directamente al backstage para reunirse con la diseñadora.
Al finalizar el show, varios asistentes situados en el mismo sector del presidente comenzaron a insultarle al grito de "¡traidor!", "¡viva España!" e incluso algún que otro insulto como "hijo de puta", mientras él y su mujer abandonaban con prisa el recinto. Sin duda un final algo amargo para uno de los desfiles más espectaculares y aclamados de la segunda jornada de la semana de la moda madrileña.


