
Cuando todavía resuena el escándalo de las memorias del príncipe Harry, el heredero de la Familia Real, Guillermo, sufre ahora en sus carnes las acometidas de los temibles tabloides británicos. La causa, su presunto romance con Rose Hanbury, posible amante del hijo de Rey Carlos III, con la que se asegura que celebró la noche de San Valentín con una romántica cena.
Los rumores de crisis con Kate Middleton, por tanto, están en su momento álgido. Y es que se asegura que la princesa de Gales ha sido siempre consciente del affaire de su marido, que habría comenzado en 2019. Los medios británicos sostienen que Harry tiene una relación paralela con Rose Hanbury, no solo encuentros esporádicos.
Se da la circunstancia de que Rose Hanbury, de profesión modelo, era amiga íntima de Kate Middleton, que no dudó en romper su relación de amistad poco antes del nacimiento de su tercer hijo, Louis, cuando se filtró la primare imagen de ella con su marido en actitud más que cariñosa en una fiesta privada. Fue hace casi cuatro años.
En medio de esta tormenta y quizá para tratar de combatir esa corriente de opinión, los príncipes de Gales han querido aparecer en la alfombra roja de los premios del cine británico, los Bafta, derrochando sonrisas y complicidad. Tratando de aparentar relajación, Guillermo y Kate atajan de esa manera rumores sobre la grave crisis en la que está sumido el matrimonio.
Middleton, naturalmente, ha arrasado con un look nupcial de Alexander McQueen recuperado del año 2019, que tal y como se ha señalado, es el mismo año en el que Guillermo habría iniciado su relación extramarital. Como complementos, unos sofisticados guantes largos negros, stilettos en dorado y maxipendientes de Zara también en dorado.
Unos premios en los que ha arrasado la película bélica alemana Sin novedad en el frente, también nominada a los Oscar, cuya temática sin duda contrasta con los gestos cariñosos que la pareja no ha parado de prodigarse ante los fotógrafos.

