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Por qué Reino Unido no aceptó a Meghan Markle: "Unión Europea, inmigración y racismo"

El segundo episodio de Enrique y Meghan abunda en la raza de la actriz estadounidense y el racismo en Reino Unido.

El segundo episodio de Enrique y Meghan abunda en la raza de la actriz estadounidense y el racismo en Reino Unido.
El príncipe Harry y Meghan Markle. | Netflix

El segundo episodio de Enrique y Meghan comienza en noviembre de 2021 en Nueva York, con la pareja tratando de huir de los fotógrafos y el príncipe Harry considerando las diferencias con cuando vivía su madre, Lady Di. Entonces -cuenta- "el acoso era físico, te ponían la cámara en la cara", pero ahora es más bien un "acoso online".

"Ver a otra mujer en mi vida a quien amo pasar por esta carnicería es duro. Es el cazador contra la presa", dice Harry, que saca a la palestra en el segundo capítulo de su docuserie el racismo de la prensa británica… y por extensión de un país enredado en el Brexit a la hora de no aceptar a su mujer, la actriz norteamericana y mestiza Meghan Markle.

En este sentido, Gloria, la madre de piel negra de Meghan, cuenta su experiencia desde que le dijo susurrando por teléfono que salía con el Príncipe. "También me acuerdo de la primera vez que lo vi, un hombre alto, guapo y pelirrojo. Parecían muy felices". La actriz rememora su infancia en Miracle Mile, en Los Angeles, junto a su progenitora. "Yo era de piel clara y madre más oscura, y le decían de quién era la niña que cuidaba", cuenta con cierta amargura.

Meghan se esfuerza en esta tesitura por subrayar desde el principio su faceta de activista, y cómo con solo once años consiguió que eliminar un anuncio de lavavajillas por su contenido sexista tras escribir una carta a mano. "Era una pequeña activista", dice orgullosa.

Meghan lamenta que "no pensaba que la raza pudiera tener que ver con esto". Pero la tuvo. Enrique recuerda en este sentido uno de los primeros y más lamentables titulares, en el que se calificó a la mestiza Meghan como una belleza "casi salida de Compton". Muchos periodistas se dedicaron entonces a establecer relación entre la actriz y ciertos barrios marginales.

El matrimonio lamenta que la política de Palacio fue "no decir nada". Y por eso fue el propio Enrique el que lamentó en un comunicado oficial esa orientación racial del tratamiento informativo relativo a su entonces novia. Ella, un tanto acostumbrada también por su carrera como actriz, siempre ha sufrido "un proceso en el que saber dónde encajar; no era lo bastante negra ni lo bastante blanca". No obstante, más problemas que eso fue "que fuera actriz", reconoce Meghan Markle.

La utilización de su raza como moneda de cambio era evidente. Según el escritor y presentador británico David Olusoga uno de los muchos testimonios del documental, "muchos británicos negros se dejaron llevar por este romance. Mucha gente quería que saliera bien Pero ese cuento de hadas se incrustaba en una nación que vivía un debate muy tóxico sobre la Unión Europea. Si volvemos atrás, la inmigración estaba en el centro absoluto de esos debates. Y en este país la inmigración es sinónimo de raza", dice.

Meghan y Harry lamentan la inacción de la Familia Real británica en todos estos acontecimientos. "Cuando conocí a Guillermo y Catalina llevaba pantalones rotos. Yo soy muy de brazos y eso es raro para muchos británicos", dice sin abundar en el tema, pero dando a entender cierta frialdad en el que fue el primer encuentro privado con ellos. Asegura muy sutil que "la formalidad exterior se trasladaba al interior", dejado caer el escaso cariño que recibió de ese entorno.

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