
Tamara Falcó se ha convertido en la gran protagonista del último programa de El Hormiguero. Como cada semana, la marquesa de Griñón acudía a su puesto de trabajo en el espacio presentado por Pablo Motos para hablar debatir junto a sus compañeros Nuria Roca, Cristina Pardo y Juan del Val sobre temas de actualidad. Ya al comienzo de la noche, se pudo ver a la colaboradora con muletas, evidenciando que algo le había ocurrido hasta que finalmente hizo su aparición en el plató.
"Hoy Tamara ha venido, se ha caído por unas escaleras y luego lo comentamos. Tiene el pie un poco...", comenzó diciendo el presentador pero tranquilizando a su familia de que todo ha sido un susto. "Está perfecta", aclaró Motos. "Soy nueva con esto de las muletas", dijo Tamara sin perder la sonrisa y restando importancia al accidente. "Venía corriendo a la tertulia y me gusta llevar los zapatos un poco grandes y me he caído", explicó. Pese a todo, no quiso faltar a su cita: "Aquí venimos todos lisiados cuando hay que venir. Show must go on".

La hija de Isabel Preysler aseguró que es "su primer esguince" y por el momento no tenía "mucho dolor". "Pues ya verás mañana", apuntó su compañera Nuria Roca. Esto dio pie a una charla sobre las experiencias que los colaboradores habían tenido con vendajes y escayolas, sin embargo Tamara parecía muy tranquila: "Yo ahora voy a ir al fisio y me ha dicho que me lo recoloca".
Y así fue. Sin perder el tiempo, la socialité se marchaba directamente a una clínica de guardia en el centro de Madrid, en cuya puerta se podía leer 'quiromasajista', para intentar solventar esta 'mala pata' que podría arruinar su boda de no tratarse a tiempo.
Según informa Europa Press, tras varias horas en el interior, y ya entrada la madrugada, Tamara salió de la clínica con la única compañía de su perrita Jacinta, que la acompañó al programa en esta ocasión, y con la ayuda de unas muletas con las que caminó con dificultad hasta el coche que la esperaba.

