
Es Charlize Theron una de las actrices cinematográficas mejor pagadas en Hollywood, al margen de que ella misma lleva años siendo la productora de sus películas. Ahora ha estado recientemente en Roma en el estreno de la última, Fast X, donde a sus cuarenta y seis años se la vio con una figura espléndida, acompañada con un modelo profesional, Alex Dimitrijevic, sobre quien los "paparazzi" han especulado que podría ser su actual amor. De lo que estamos casi seguros (nunca puede asegurarse lo contrario en estos casos) es de que es refractaria al matrimonio y son muchas las veces que ha repetido esto: "Nunca me casaré". ¿Tiene naturalmente alguna razón poderosa para querer siempre mantener su soltería? Es posible, y así se lo contaremos.
Nació en una pequeña localidad cercana a Johannesburgo en 1975, única hija de un matrimonio dedicado a la construcción de carreteras, el padre de ascendencia francesa y la madre de orígenes holandeses y alemanes. Quería Charlize ser bailarina. Era su sueño de adolescente. Una tragedia ocurrió en su hogar, que era un infierno, razón por la que teniendo Charlize trece años su madre la ingresó en un internado. Charles Theron, su padre, era un hombre violento, cuya agresividad aumentaba cuando bebía. Alcohólico sin remedio la emprendía a menudo a golpes con Gerda Maritz, su esposa. Cierto día, en presencia de Charlize, que había salido del internado, se sobrepasó. De tal manera que insultó, maltratando a su mujer y de paso a la jovencita, entonces con dieciséis años, cuando trató inútilmente de separarlos. De repente, Gerda tomó una pistola disparando a Charles, quien murió instantáneamente en medio de un charco de sangre. Ello sucedió el 21 de junio de 1991, hace treinta y dos años. En el juicio, se demostró que la acusada actuó en defensa propia. Y la absolvieron de asesinato, quedando libre. Aquella terrible escena y todo el proceso judicial sin duda marcó la vida de Charlize Theron. De ahí que albergara después su hasta el momento indeclinable deseo de no casarse jamás. Exagerado pensamiento, si es que esta especulación nuestra coincide con su decisión.

Charlize había ganado un concurso de modelos en Johannesburgo, lo que le permitía viajar a Milán como participante en un importante desfile. Acompañada por su madre permaneció en la capital italiana de la moda un año entero. Intervino en pases en diversas capitales europeas hasta que decidió instalarse primero en Nueva York, luego en Miami y finalmente en Los Ángeles. Durante esa época su madre rehízo su vida casándose en segundas nupcias. Otra desgracia tuvieron que soportar, madre e hija, cuando más adelante un hermanastro de Charlize fue atropellado mortalmente en un accidente de tráfico.
Quizás esas tragedias relatadas fueron perfilando el carácter duro que a Charlize Theron adjudican cuantos la conocen, aunque no siempre se muestre adusta con los periodistas y exhiba una franca sonrisa con su espectacular atractivo: mide cerca de un metro ochenta centímetros. Por eso tuvo éxito como modelo, tras descartar seguir con su vocación por la danza. Se matriculó en una escuela en los Estados Unidos y en una de las clases sufrió una lesión de rodillas; su futuro como émula de Margot Fonteyn se esfumaría para siempre. En ese tiempo, de acuerdo con los consejos maternales, optó por ganarse la vida como modelo aspirando asimismo a ser actriz.
Naturalmente sus intentos por destacar en el dificilísimo Hollywood sólo le permitieron tras un montón de pruebas, aparecer brevemente en algunas cintas, en una de las cuáles fue dirigida por el gran actor Tom Hanks, en su debut tras las cámaras: The Wonders, año 1996. Charlize quedó encantada en aquel rodaje, por el trato recibido: se enamoró de Tom, aunque no hubiera entre ellos roce de ninguna especie. La película que sí le supuso un espaldarazo, reconocido por la crítica, resultó ser Pactar con el diablo, donde apareció junto a dos grandes galanes, Al Pacino y Keanu Reeves. En 1998 Woody Allen la contrató para Celebrity y tres años más tarde de nuevo estuvo a sus órdenes en La maldición del escorpión de jade. Entre medias intervino en 1999 en Las normas de la casa de la sidra, al lado de Michael Caine.

En esos años, finales del siglo XX y comienzos del actual, Charlize Theron ya era una estrella bien situada. Entre sus primeros amores, tenemos el nombre de Craig Berko como el principal de todos ellos. Sin olvidarnos del vocalista de una banda, Third Eye Blind, Stephan Jenkins, con quien convivió cuatro años, hasta que en 2001 apareció en su vida un actor irlandés, Stuart Townsend, su compañero en la película Atrapada, y también en la vida real. Nueve años les duró aquella unión sin papeles de por medio.
Cuando le sonreía el amor junto al mentado irlandés, en 2003, tuvo una de las grandes oportunidades como actriz y productora al protagonizar Monster, una diabólica historia basada en una prostituta y asesina llamada Aileen Wornos; ésta, al borde del suicidio, se enamoró de una lesbiana mientras iba asesinando a seis de sus clientes. Tuvo Charlize Theron que realizar un esfuerzo para encarnar ese siniestro personaje, empezando por engordar quince kilos. Este filme tuvo cierta trascendencia en los Estados Unidos, al recordar la existencia de aquella desgraciada que había permanecido doce años en el corredor de la muerte hasta que, finalmente, fue ejecutada en 2012 por medio de una inyección letal. Charlize ganó dinero con esa película, bastante popularidad y lo más importante: un Óscar. Sería nominada en otras tres ocasiones. De las películas posteriores suyas que alcanzaron éxito, sobre todo de taquilla, no podemos ignorar Mad Max: Furia en la carretera, fechada en 2015.
En ese citado 2012 Charlize tomó una decisión que llevaba alimentando en su mente bastante tiempo atrás cuando aún convivía con Stuart Townsend: adoptó un niño llamado Jackson, recién nacido. Conforme iba cumpliendo años el crío decidió que le gustaba más jugar con muñecas que jugar al béisbol. A Charlize le recordamos una declaración periodística en 2019 sintiéndose dichosa porque Jackson se sintiera feliz siendo una niña. Otra niña adoptó la actriz más tarde, en 2015, August. De lo que deducimos que si Charlize Theron no quiere casarse tampoco ha optado por quedarse nunca embarazada.
Charlize Theron, ya decíamos que es mujer de carácter; ha vivido experiencias no siempre agradables en el mundillo cinematográfico. Recordaba en las páginas de la revista Harper´s Bazaar que, cuando empezaba, algunos directores trataban de llevarla a la cama utilizando pueriles procedimientos, el más usual sugiriéndole que se probara el vestuario de una posible película. Sucedía que más de uno, presente en esos trámites, insistía en que cambiara de ropaje unas cuantas veces, en su presencia, persiguiendo algo más: que se desnudara a la vista. La futura estrella se despedía con cajas destempladas. Con el tiempo llegó a intervenir en una campaña en televisión defendiendo que los hombres que intentaran abusar de las mujeres sin su consentimiento fueran condenados a una pena que resultara eficaz.

En 2003, gozando de un indudable prestigio, fue invitada al Festival de San Sebastián donde presentó su película The italian Job. Charlize causó una gran impresión por su extraordinaria simpatía y belleza. En la rueda de prensa destacó su absoluta convicción contra la pena de muerte. Sin duda creemos que le venía a la memoria el caso de aquella prostituta-asesina que interpretó en la pantalla. Más recientemente, volvió a nuestro país y en Antena 3 tuvo un enfrentamiento verbal con el presentador del programa nocturno El hormiguero. No le hicieron gracia ciertas preguntas. Se marchó del estudio bastante cabreada.
Volviendo a su biografía sentimental no ha sido ella, a pesar de su más que acreditada popularidad y encanto, muy proclive a sostener idilios a menudo. Así es que después de su ruptura con aquel actor irlandés varias veces aquí mencionado, lo que sucedió en 2010, transcurrieron tres años hasta que conocimos su relación con Sean Penn. Como quiera que no comentaran lo que existía realmente entre ellos, la prensa rosa no dejó de especular con la inminente boda de la pareja, dos estrellas del cine muy cotizadas. Pasarían unos años hasta que Charlize creyó oportuno puntualizar lo siguiente: "Nunca viví con Sean Penn. Es mentira que me pidiera matrimonio. Él era muy exclusivo. Y nuestra relación apenas duró un año". No especificó qué tipo de relación ni qué quería decir con lo de "exclusivo". Cuanto sabemos de Sean Penn es que tiene un carácter difícil, posesivo, y quizás sea eso lo que pensaba de él Charlize. Desde entonces, y ha transcurrido ya un decenio, no se le ha conocido ninguna otra pareja. Vive en Los Ángeles con sus dos hijas. Se le calcula un patrimonio cifrado en ciento cincuenta millones de dólares. Con ese dineral, y manteniendo su cotización cinematográfica, puede decirse que nada le preocupa.