
Elena Tablada y Javier Ungría iban a verse las caras en los tribunales el pasado miércoles 13 de junio después de que el empresario solicitase la custodia compartida de la hija que tienen en común, Camila, de 3 años. Sin embargo, horas antes de su reencuentro en los juzgados el juicio se suspendía por falta de jueces, y ahora la expareja espera una nueva fecha para intentar solucionar sus diferencias mientras la situación es cada vez más tensa.
Tal y como afirma 'Vanitatis', la diseñadora está triste, agobiada y expectante ante la posibilidad de perder la custodia total de su pequeña, puesto que más allá de intereses económicos para continuar con su alto nivel de vida como se ha señalado, lo único que quiere Elena es que sus hijas -Camila y Ella, fruto de su relación con David Bisbal- vivan y se críen juntas como hasta ahora.
Intentando sobreponerse a su próxima batalla judicial con su exmarido, y a la posibilidad de que un juez le otorgue la custodia compartida de su niña a Javier -algo que intenta no pensar para no hundirse- la diseñadora se refugia en su entorno más cercano y ha sido precisamente en compañía de su hermana Naele Tablada cuando por primera vez se ha pronunciado sobre este delicado asunto.
"Si se ha publicado que se ha suspendido el juicio porque no hay juez, ¿para qué quieres que te lo cuente yo? No voy a contar nada. Yo sé que estás muy dispuesta con 'cuéntanos', pero no voy a contar nada. Te agradezco mucho que estés aquí pero no voy a decir nada y esto es una vergüenza estar así en la calle", ha asegurado en declaraciones exclusivas a Europa Press.
Aunque se niega a revelar ningún detalle de su guerra judicial con Javier, Elena sí ha reconocido que el motivo por el que no quiere hablar es porque "es un proceso complicado". "Tienes que entender que en procesos así pues es mejor no hablar".