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Ana Obregón descubrió el amor junto a Miguel Bosé

Este martes se estrena la serie Bosé renacido donde el cantante dice sentirse liberado contando intimidades que guardaba para sí.

Este martes se estrena la serie Bosé renacido donde el cantante dice sentirse liberado contando intimidades que guardaba para sí.
Ana Obregón y Miguel Bosé. | Gtres

A partir de este 5 de septiembre la cadena Movistar Plus+ comienza a emitir cuatro capítulos de Bosé renacido, donde el cantante dice sentirse liberado contando intimidades que guardaba hasta ahora para sí. Recuérdese que ya en otra serie de hace año y pico, de pago, conocíamos capítulos sobre su vida, donde un par de actores lo representaban en su niñez, adolescencia y juventud. Pero en esta otra ocasión es el propio personaje quien va desarrollando sus vivencias, sus pensamientos, sus aciertos, sus errores y parte de lo que calló hasta el presente.

Coincide Bosé renacido con otras actividades del popular intérprete que, a sus sesenta y siete años, lleva varios alejado de los escenarios. Si se libró de morir en un accidente de coche en 1999, luego hubo de cancelar sus actuaciones como consecuencia de la pandemia, etapa en la que absurdamente defendió como negacionista los efectos del Covid. Pero es que en esa época comenzó a padecer un grave problema dental, que lo llevó a la consulta de varios especialistas: gastó un dineral y tiempo. Hasta que un facultativo dio en la causa de su mal, la de una infección del molar. No podía casi ni hablar, lo hacía penosamente, como si estuviera afónico, que no era tal, sino lo antes dicho. Se ha venido recuperando este verano. En el que recientemente ha sido víctima del asalto en su propia mansión mexicana, en la que ocho desconocidos con el rostro cubierto penetraron pistola en mano, llevándose joyas, dinero y cuantos objetos encontraron de valor. El susto fue de órdago, aunque no lo agredieron.

Quiere programar en los próximos meses una gira, sacar un nuevo disco, volver a ser el que fue, ídolo no solo de quinceañeras: lo era también de señoras casadas. Este Miguel Bosé siempre fue un seductor. Pero ¿lo seguirá siendo también ahora, cuando tiene a sus dos hijos, Diego y Tadeo, de doce años, nacidos como es harto sabido por gestación subrogada? De amores, está tranquilo. El episodio de su ruptura con el escultor valenciano Ignacio Palau, con quien convivió desde 1992 hasta 2018, es un capítulo desgraciado del que aún no parece haberse recuperado totalmente. ¿Confesará en alguno de esos cuatro capítulos de Bosé renacido por qué dejó a su amante, tras veintiséis años de unión?

Las mujeres con las que estuvo en el pasado nunca le ocasionaron problemas. Comenzando por la primera con la que tuvo relaciones íntimas: Ana Obregón. En él, ese amor dejó buenos recuerdos. Y ella nunca olvidó lo que le supuso a su lado "hacerse mujer".

Ana, por su parte, aunque haya conocido a otros hombres, siempre ha tenido en la memoria a Miguel. La primera vez que se vieron, muy jovencitos, fue en una fiesta el día de los Inocentes, un 28 de diciembre. Donde él no paraba de bailar y Ana, que se consideraba "el patito feo de la reunión" pensaba que no tenía posibilidad alguna de que se fijara en ella. De repente, sonaron los compases de una pieza lenta, Miguel se acercó a ella y tomándola por la cintura inició los pasos de baile. Ana, temblaba de emoción. Los días que siguieron después los pasó soñando con encontrarse de nuevo con el cantante, que ya empezaba a ser muy popular, en tanto ella era todavía una colegiala.

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Ana Obregón y Miguel Bosé.

La segunda vez que se vieron fue con ocasión de unas pruebas, lo que se conoce como "casting" para aparecer en una película que iba a protagonizar Miguel Bosé. A los dos días recibió la noticia de que iba a ser la protagonista femenina de Sentados al borde de la mañana con los pies colgando. Pero su padre se opuso, fue a la oficina del productor, Carlos Escobedo y le ofreció lo que le iban a pagar a Ana. Y ésta, se quedó sin debutar entonces en la pantalla. Aunque tuvo como recompensa el inicio de su amistad con Miguel Bosé.

"Nunca podré olvidar la primera noche que dormimos juntos –confesó Ana en su autobiografía-. Miguel me llevó a su casa después de cenar, me cogió con delicadeza de la mano y subimos a su dormitorio. Yo me dejé llevar sabiendo que me dirigía a mi noche única, mi noche profundamente deseada y soñada".

Evocando aquel nocturno de amor total, Ana se sinceraba así: "Esa noche Miguel encendió su chimenea y mi vida. Nuestras almas se juntaron muy arriba, jugando entre la inocencia y su ternura. Fue mi primera vez". Todo expresado muy lírico, puede que cursi para algunos que lean esto.

"Te quiero", no vaciló ella, consumado el acto. Miguel la apretó contra su cuerpo y la llamó ‘Topito’, sobrenombre que utilizó en el futuro cuando se encontraban. Continuó su romance. El cantante le dedicó uno de sus éxitos: "Ana". Vivieron dos años lejos de la curiosidad periodística, hasta que en Barcelona fueron sorprendidos por varios fotógrafos. Y el misterio, acabó. Desde aquel día la prensa del corazón ya tenía una pareja predilecta en sus páginas. Un incidente le hizo perder a Ana uno de sus dientes cuando una furibunda admiradora de Miguel Bosé le pegó un fortísimo puñetazo en la cara un día que la encontró por la calle.

Con el transcurso del tiempo Ana Obregón había concluido sus estudios de Ciencias Biológicas. Pero deseaba ser actriz. Y Miguel Bosé continuaba su ascendente carrera. Ambos sabían que sus vidas se separaban. Y la última noche que Ana durmió con Miguel en el chalé familiar de éste en Somosaguas, aledaño a la madrileña Casa de Campo, hicieron el amor por última vez. "En silencio – confidencia de ella – conteniendo las lágrimas y sólo con la luz de las velas como testigo… No dormimos, sólo buscamos sentir cada segundo de esa despedida…".

"Cuídate, Topito", le dijo Miguel. De regreso a su casa, Ana puso la radio de su coche. Sonaba la canción "Creo en ti".

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