Pablo Sebastián, pianista de José Manuel Parada y, como éste, amigo personal de Carmen Sevilla, habló sobre la polémica que ahora mismo rodea a la familia de la fallecida actriz, inmersa en discusiones por el descontento generado con las decisiones de su hijo Augusto Algueró, cuya extrema discreción impidió lo que muchos consideraban una adecuada despedida a la mítica actriz.
Hasta el punto que, tras la misa por el 93 cumpleaños de Carmen Sevilla celebrada por otros miembros de la familia y a la que él no acudió, Augusto ha decidido demandar a todo aquel que especule sobre su madre, su funeral o la polémica de las joyas y las cenizas no recogidas de la artista.
En este contexto, Pablo Sebastián trató de mostrarse conciliador en Y ahora Sonsoles. Reconoció que Augusto es "el que manda" por una razón: él se hizo cargo de toda la enfermedad de su madre.
"Carmen era muy relaciones públicas, una belleza andaluza de guiñar el ojo. Le hubiera gustado que el público hiciera como con Lola Flores", reconoció. Sin embargo, ´"su hijo tiene derecho a hacer lo que quiera, no nos iba a preguntar a nosotros. Augusto era un chico, y debe ser, encantador, y soy testigo de cómo quería a su madre y su madre le quería".
Despejada esa duda fundamental, Sebastián reconoció que "cuando ella enfermó Augusto se hizo cargo de todo, y le vino una losa muy grande, con los bienes, la residencia, atenderla tantos años… y se cansó. No quiero saber más nada, haré lo que me parezca oportuno, dijo. Nos hubiera gustado otra cosa pero soy testigo de que quería mucho a su madre".
El pianista de Parada y amigo de Carmen Sevilla, por tanto, exculpa en cierto modo a Augusto de ciertos rumores que han circulado y niega que renegase de alguna manera de su madre. Los últimos y durísimos años con ella en la residencia han motivado una decisión que muchos han encontrado discutible, pero que no está guiada por el rechazo.