Isabel Pantoja toma las riendas para atajar sus abundantes problemas económicos. Mientras el Fisco le sigue exigiendo abultadas cantidades y su situación familiar empeora -pese a iniciativas laborales como las Campanadas de TVE- la tonadillera ha tomado una decisión que afecta directamente a uno de sus hermanos.
Según se emitió en el programa de Ana Rosa Quintana, TardeAR, Pantoja ha decidido echar a su hermano Juan Pantoja de un piso de su propiedad. Esta decisión, tomada por motivos económicos, naturalmente no ha sentado nada bien al discreto hermano de Isabel Pantoja.
Una noticia que desmiente el entorno de Pantoja, tal y como señaló la periodista Isabel González en la crónica rosa de Es la mañana de Federico. "Fuentes cercanas a la cantante niegan la información y aseguran que es mentira. Hasta tres personas relativamente cercanas a Pantoja cuentan lo mismo, que es un piso muy grande que en un momento se alquila, en otros se desalquila..."
El domicilio es un cómodo piso situado en el centro de Sevilla, con cinco dormitorios, tres baños y 200 metros cuadrados. Está valorado en unos 600.000 euros. Pantoja lo compró en el año 1984, cuando su posición económica y familiar era bien distinta, y de hecho allí vivió con Paquirri hasta la muerte del torero, como también su madre Doña Ana.
Paloma Barrientos aseguró en la crónica rosa de esRadio que "ese piso lo tiene su hermano y hace tiempo avisó que quiere venderlos porque quiere pagar sus deudas. Porque si no se lo quitan. O pagas o te lo quitan".
La decisión, según TardeAR, habría sido un jarro de agua fría sobre Juan, pero tal y como apuntó Isabel González, nada más lejos de la realidad: "El trasfondo es hacer creer que tiene muy mala relación con su hermano Juan".
Sí es cierto que para ir saldando deudas, Pantoja debe desalojar propiedaes, también aquella donde reside actualmente Junco, la mujer del fallecido Bernardo Pantoja (padre de Anabel).
A todas luces Isabel Pantoja trata de recortar los gastos familiares. El adiós de Kiko Rivera a su madre y lo sucedido con la boda de su hija Isa parecen haber colmado su paciencia. Hasta el punto que ha decidido prescindir de sus hijos en una hipotética ceremonia funeraria para así evitar exclusivas de ellos a su costa.