Todo igual que siempre, incluidos los tres golpes que ha vuelto a sufrir la puerta de la Cámara de los Comunes. Todo, menos lo fundamental, los protagonistas. La reina Camilla casi paga la novatada, al apresusarse a tomar asiento. Ha frenado a tiempo, evitando hacerlo antes que el monarca.
Las primeras palabras de Carlos III, han sido para su querida madre. A partir de ahí, el discurso del rey no es suyo, se limita a leer lo escrito por el primer ministro, Rishi Sunak. A diferencia de lo que ocurría con Isabel II, los británicos conocen las ideas políticas del actual monarca, repetidas en su larga etapa como príncipe.
Ha tenido que hacer propuestas con las que no está de acuerdo: la extracción de más petróleo en el mar del Norte y una mayor mano dura con los inmigrantes. Lo ha hecho sin torcer el gesto. En su paseo en carroza por Londres, también ha tenido que aguantar los abucheos de un grupo de antimonárquicos.

