
El 60º cumpleaños de la infanta Elena reunió el pasado miércoles a un buen número de miembros Borbón y Grecia, entre ellos los hijos de la infanta Cristina: Juan, Pablo e Irene Urdangarin -excepto Miguel, que se encuentra estudiando en Reino Unido-. La joven de 18 años, igual que ha ocurrido con su prima, la princesa Leonor, se ha convertido en uno de los rostros más populares de la familia del Rey por su belleza y estilo fresco y juvenil.
La joven llegó al restaurante donde tuvo lugar la celebración acompañada de sus hermanos mayores, así como de su tía abuela Irene de Grecia. Los Urdangarin, a diferencia de sus primos Marichalar, se caracterizan por su discreción y timidez, sin protagonizar escándalos o malos gestos, por lo que al entrar y salir del local dedicaron una sonrisa tímida a los periodistas sin hacer declaraciones.
Irene demostró que está al tanto de las tendencias y se decantó por un total look en marrón que esta temporada se ha vuelto a colar en las pasarelas y los armarios. La sobrina menor de los Reyes se enfundó una cazadora de cuero con maxibolsillos, falda larga con motivos florales en relieve, botas altas de piel con tacón discreto y un sencillo top blanco.
Remató el estilismo con un buen número de complementos como la gran pinza que recogía una larguísima melena rubia, mini bolso en piel marrón, un divertido colgante con forma de elefante y otros más discretos con forma de guindilla o el símbolo de Géminis, su signo del zodiaco.

Irene decidió a finales de verano renunciar a estudiar hostelería en Suiza, tal y como tenía pensado, e iniciar un periodo de viajes de cooperación como también hicieron su madre y su hermano. Además, en Madrid dedica su tiempo a sacarse el carnet de conducir en la localidad de Móstoles y estudiar un idioma -alemán- durante esta nueva etapa. Tras finalizar los estudios de Bachillerato, Irene se traslado desde Suiza para instalarse con su abuela Sofía en el Palacio de la Zarzuela.


