
Este viernes se emitió en Telecinco la nueva entrevista de Gabriela Guillén en el programa De viernes, presentado por Santi Acosta. Una nueva exclusiva en la que la fisioterapeuta no acudió al plató y que fue grabada días antes con el objetivo de dar respuesta a todas las informaciones que han surgido en la última semana y que apuntan a varias mentiras y contradicciones a la hora de contar su relación con Bertín Osborne.
Una de las más comentadas durante los últimos meses es la relacionada en torno a las trasferencias emitidas por Bertín Osborne durante el tiempo que duró su relación. La joven mamá aseguró que "no le he pedido dinero nunca, ni a él ni a nadie", defendiéndose ante las acusaciones de oportunismo que ha recibido. A pesar de ello, reconoció que sí recibió dos transferencias y en plató comentaban que el resto de pagos estarían justificados como tratamientos estéticos que le habría hecho al cantante.
Gabriela también mostró a cámara varias fotografías que demostrarían que continuó viendo a Bertín después de comunicarle que estaba embarazada, algo que algunos periodistas habían puesto en entredicho esta semana. Advirtiendo al cantante de que podría sacar "todo" lo que tiene si es necesario.


Recordó que el embarazo había sido algo sorpresa para ambos, pues no tenían pensado ser padres juntos y que tomaban cuidados "como cualquier pareja", aunque afirmó emocionada que se ha sentido sola yendo a las revisiones sin compañía dado que sentía que no podía confiar en nadie. Le duele no haber podido "compartir las ecografías, los latidos con nadie": "He ido a urgencias en más de una ocasión debido a ataques de ansiedad".
Respecto a las supuestas relaciones que ha tenido en los últimos meses, se tomó el asunto con humor y insistió en que es falso que haya tenido un romance con un cubano llamado Mauro: "No conozco a ningún Mauro, alucino que puedan inventarse cosas. Fíjate que tenía un novio cubano y no lo sabía". También aclaró que ha tenido relaciones con personas de diferentes nacionalidades aunque negó que su expareja fuera árabe, sino judío. Y no solapó esta relación con la de Bertín.
Lo más sorprendente de la entrevista ocurrió al hablar de cómo le habría gustado salir del hospital tras haber dado a luz. Explicando que hubiera sido un sueño el haber salido con el bebé en brazos y acompañada de Bertín Osborne. Después de las tensiones vividas y a pesar de asegurar que "ni si quiera se ha preocupado de cómo fue el parto", se emocionó al reconocerle que no puede odiar al presentador porque le ha dado el amor de su vida: su hijo.
A la espera de conocer los resultados de la prueba de ADN, explicó que una vez los tenga en su poder será su entorno o el de Bertín Osborne el que desvele el veredicto.
