
Carmen Calvo publica esta semana el libro Nosotras. El feminismo en la democracia, una obra en la que trata por enésima vez de apropiarse de la lucha feminista y se plantea el reto de ‘educar’ a las jóvenes para "que no tengan que aguantar" lo que vivieron las mujeres de su generación. En su gira de entrevistas para promocionar la obra, la exvicepresidenta ha visitado este martes el programa Hora25 donde ha hablado entre otras cosas de la monogamia y los consejos que da a su hija para no hacer de su vida "una tragedia".
Para Calvo, la monogamia en la pareja debe ser "sucesiva" pero no "única": "La monogamia para toda la vida, impuesta a machacamartillo, como un sacramento, es un sindiós". Cree que en la actualidad, con la esperanza de vida de las mujeres, "algo así no puede caber": "Lo hemos intentado pero es que no cabe y si te cabe te cabe tres años o cuatro años".
Aunque asegura que "no es de dar consejos", sí que asesora a su hija en el terreno sentimental y sexual para estar alerta de los hombres: "Yo lo pongo en el libro porque no soy de dar consejos, pero yo a mi hija siempre le digo que su vida es suya, que ella sabrá lo que hace. Yo tengo mucha confianza en ella pero siempre le digo que por favor no se vaya a equivocar de padre (de su futuro hijo)".
Y es que para Carmen Calvo, solo la mujer puede elegir si tener o no un hijo: "Cuando decidas ser madre, decídelo tú, le digo. Al final el hijo te puede tocar para ti sola. Es algo para toda la vida. Los novios no, los maridos, tampoco, pero un padre sí. Siempre le digo: ‘Por favor, no te equivoques de hombre. Que aunque no viva contigo sepas que va a ser un buen padre porque te puede buscar la tragedia de tu vida".
Cree que históricamente las mujeres han estado resignadas en el terreno sexual, algo contra lo que ella lucha ahora: "A las mujeres se nos pedía todo eso junto y para siempre, a los hombres no porque podían tener amantes. Ellos se iban a los prostíbulos pero a nosotras se nos pedía lealtad sexual, la honra, para que los niños fueran de tu marido. Luego el placer sexual, que no sería gran cosa, también con tu marido".

